CRISIS EN EL TC

La renuncia de tres magistrados pone en evidencia a los partidos políticos

La falta de acuerdo entre las fuerzas políticas ha provocado una situación desconocida en la historia de este órgano.

La renuncia de los magistrados del Tribunal Constitucional (TC) Eugeni Gay, Javier Delgado y Elisa Pérez Vera se produce tras una etapa convulsa en el alto tribunal en la que la falta de acuerdo entre las fuerzas políticas ha provocado una situación desconocida en la historia de este órgano.


Gay, Delgado y Pérez Vera, junto al magistrado Roberto García Calvo, fallecido en 2008, llegaron al TC en 2001 designados por el Congreso y, transcurridos los nueve años que establece la Constitución, su mandato concluyó el pasado mes de noviembre.


Desde entonces han permanecido en su puesto «en funciones» esperando infructuosamente que un acuerdo entre PSOE y PP pusiera fin a esa inédita «interinidad», pero ni el Gobierno ni el principal partido de la oposición han sido capaces de lograr un consenso para elegir a los candidatos para el TC que corresponde renovar al Congreso.


La concurrencia entre los dos grandes partidos es imprescindible para que los nombres propuestos puedan contar con el aval de tres quintos del Congreso.


En el Senado, por el contrario, los grupos sí alcanzaron un acuerdo para renovar parcialmente el tribunal, aunque lo hicieron el pasado diciembre con tres años de retraso.


De esta forma, el 11 de enero llegaron al Constitucional los cuatro nuevos magistrados que fueron designados por la Cámara Alta - el ex presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) Francisco José Hernando, el catedrático Francisco Pérez de los Cobos y los también catedráticos Adela Asúa y Luis Ortega-.


La toma de posesión de estos también se vio retrasada ante la incapacidad del PSOE y el PP de pactar los cuatro candidatos del Congreso, aunque finalmente ambos partidos, enrocados en sus posiciones, tiraron la toalla y decidieron que la renovación del TC fuera parcial y no en bloque.Nuevo escenario

Esto ya provocó un escenario desconocido en Constitucional, que ya contaba con un magistrado menos por la vacante no cubierta de García Calvo y que, desde enero, tenía además otros tres magistrados -el vicepresidente, Eugeni Gay, Delgado y Pérez Vera- con el mandato caducado.


El principal escollo en las negociaciones que han mantenido los partidos políticos parece centrarse exclusivamente en un nombre, el del exportavoz del CGPJ Enrique López, a quien los 'populares', que ya quisieron designarle magistrado por el turno del Senado, insisten en proponer y los socialistas continúan sin aceptar.


Hasta ahora tampoco han surtido efecto las críticas que han recibido PSOE y PP por su falta de acuerdo, ni siquiera el toque de atención de la presidenta saliente del TC María Emilia Casas, que en su discurso de despedida acusó a la clase política de «infringir» las previsiones constitucionales, que ordenan renovar por tercios el tribunal cada cuatro años.


Una llamada de atención en la que el actual presidente, Pascual Sala, que tomó posesión en enero, insistió en la introducción a la Memoria del TC del pasado año, en la que recordaba las palabras de Casas respecto al grave incumplimiento de la Constitución que supone la no renovación de los magistrados en el plazo establecido y expresaba su deseo de que «no vuelvan a producirse las difíciles circunstancias» vividas por el TC en 2010.


Ahora parece que Gay, Delgado y Pérez Vera no quieren que su situación se prolongue durante años, como ocurrió con sus compañeros designados por el Senado, y han preferido presentar su renuncia para forzar un acuerdo aun dejando una vez más en evidencia a los partidos políticos.