La Policía Nacional y Municipal de Madrid está permitiendo este mediodía la entrada a la Puerta del Sol, pero mantiene los accesos vallados y fuertemente controlados, al tiempo que ha bloqueado con cinta policial la zona centro de la plaza.

Como este miércoles, varios agentes se han apostado con furgones y vallas en las entradas al kilómetro cero de Madrid por todas las calles de acceso, permitiendo el paso de los ciudadanos por pequeños pasillos sin realizar controles. Asimismo, un helicóptero policial vigila desde el aire.

Las entradas más fuertemente controladas son las de Mayor y Arenal. La fuerte presencia de las Fuerzas de Seguridad está provocando que estas céntricas calles no contengan la concurrencia y el bullicio habitual.

Por otra parte, la Policía ha acordonado con cinta policial la zona comprendida entre las dos fuentes y la entrada principal del Metro y Cercanías hasta el paso de coches. El objetivo es evitar una posible concentración masiva de manifestantes se concentren en la céntrica plaza.

Por otro lado, circulan con relativa normalidad los autobuses de la Empresa Municipal de Transporte y los taxis, aunque la salida por la calle Carretas está cortada al tráfico rodado. La estación de Metro y Cercanías permanece abierta.

Por el momento, no se han producido incidentes, salvo la detención de una persona en Carretas. Según han señalado testigos presenciales, minutos después de las 12.00 un hombre de unos 30 años trató de pasar a la Puerta del Sol por dicha calle, lo que no fue permitido por la Policía. Ataviado con camiseta y pantalón negro, enseñó a los agentes su documentación y su mochila y pidió atravesar la plaza alegando que iba a trabajar.

A pesar de ello, no le permitieron entrar, por lo que decidió permanecer sentado en el centro de Carretas, a escasos metros del acceso controlado por los agentes. Como no se levantaba, tres de ellos se acercaron a él, le detuvieron y le apartaron de la vía pública.