ETA

La Policía Nacional reclama más efectivos en el País Vasco para reforzar la lucha contra ETA

El Cuerpo insta además a Interior a formar otro grupo en Aragón, sobre todo para el control de pasos fronterizos

El Cuerpo Nacional de Policía (CNP) quiere aumentar su presencia en el País Vasco para reforzar la lucha antiterrorista. La Jefatura de las Unidades de Intervención de la Policía (UIP) ha pedido oficialmente a Interior la creación de tres grupos en Euskadi con cerca de 150 nuevos funcionarios para mejorar la cobertura de las fronteras con Francia, que habitualmente hacen efectivos desplazados de otros puntos de España con el consiguiente desgaste personal y la sangría económica por las elevadas dietas.


La propuesta pasa por crear la que sería la XII Unidad de la UIP, que estaría compuesta por tres grupos, dos de ellos con base en Bilbao y el tercero en Vitoria o viceversa. En la actualidad, la presencia estable de las Unidades de Intervención (antiguos antidisturbios) en el País Vasco es limitada, ya que la Policía Nacional no tiene competencias en seguridad ciudadana y por ello siempre se había rechazado la idea de tener grupos radicados en la comunidad. En la zona solo hay una unidad con base en Pamplona, que tiene una subsede en Bilbao, con 120 efectivos.


Sin embargo, en los últimos años se ha hecho necesaria una reestructuración, ya que desde 1999 descansa sobre las UIP el peso de realizar los controles en las inmediaciones de las fronteras y reforzar las escoltas de los amenazados, y estas nuevas atribuciones se vienen realizando desde hace diez años con funcionarios procedentes de la unidad central con base en Madrid.


Cerca de un centenar de agentes de Intervención llegados de fuera del País Vasco trabajan por turnos en actividades relacionadas con la lucha contra ETA desde que a finales de los 90 se decidiera reforzar la protección y los controles con estas unidades no especializadas en la estrategia antiterrorista. Esta situación nació como extraordinaria, pero se ha hecho habitual.


El proyecto en estudio, que pasaría por incrementar el catálogo de puestos de trabajo, garantizaría la presencia continua de no menos de medio centenar de agentes en los controles de entrada a España que se realizan en puntos de la provincia de Guipúzcoa, en las inmediaciones de la frontera francesa, en busca de activistas de ETA. Los últimos análisis resaltan la importancia de mantener los cordones en estas zonas sobre todo para interceptar la entrada de los coches bomba ya preparados.


Contravigilancias


La nueva unidad se haría cargo de otros trabajos antiterroristas que, por turnos, realizan habitualmente otros grupos llegados de toda España, tales como el refuerzo de contravigilancias, apoyo como Policía Judicial a las operaciones y redadas de la Comisaría General de Información y participación en controles aleatorios y selectivos, al margen de las fronteras.


La creación de la primera infraestructura estable de UIP en el País Vasco serviría además para aumentar el número de agentes disponibles de la VI Unidad de Pamplona, donde el CNP sí tiene competencias y solo cuenta con dos grupos, que además comparte con Bilbao, para controles antiterroristas y vigilancias de fronteras.


No obstante, a pesar del refuerzo de las UIP en el País Vasco, unidades de otros puntos de España tendrán que seguir desplazándose periódicamente a las fronteras del País Vasco, Navarra, Aragón y Cataluña, ya que no hay suficientes efectivos en esas comunidades para encargarse de los controles en las zonas cercanas a Francia, que además se redoblan con cierta frecuencia coincidiendo con las alertas antiterroristas.


El eje central del plan de refuerzo de las UIP, que tiene ya sobre su mesa el director adjunto operativo de la Policía, es la creación de los grupos de Euskadi, pero también propone el refuerzo de 50 nuevos agentes (un grupo) en Aragón, buena parte de los cuales también serían destinados a los pasos fronterizos.


La propuesta plantea asimismo que la plantilla nacional de estas unidades pase de 2.500 a 3.000 efectivos antes del 1 de enero de 2010, cuando comience el semestre de la Presidencia española de la UE, en el que los servicios de Información creen que ETA tratará de hacerse presente.