DEMOGRAFÍA

La población española se estanca

La evolución demográfica hará que el país apenas gane habitantes en los próximos años, según el INE.

Imagen de archivo de la sala de neonatos en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza.
La población española se estanca
ESTHER CASAS

El estilo de vida español sufrió una profunda transformación en los ochenta y los noventa, con un impulso económico que conllevó un brusco descenso de la natalidad. En cuestión de demografía, ha tenido que pasar más de una década para que sus efectos se dejen notar, pero a partir de ahora lo harán con fuerza. Según la proyección del Instituto Nacional de Estadística (INE), España registrará un crecimiento vegetativo prácticamente nulo en 2019. Hasta ese año, la población española seguirá aumentando, pero a un nivel muy alejado de los valores de los últimos años.


El INE presentó ayer una predicción del horizonte poblacional en el país en 2020. Si se cumplen los parámetros actuales, en España vivirán entonces algo más de 47 millones de personas, con un aumento testimonial respecto al año precedente: apenas 88.000 habitantes más, lo que en términos relativos supone una progresión del 0,19%.


La población residente en el país crecería en 1,2 millones (un 2,7%) en el periodo 2010-2020, frente a los 5,9 millones de incremento (14,8%) que se registró en la primera década del siglo XXI. En promedio anual, el crecimiento demográfico sería de 124.591 habitantes, muy inferior a los 593.931 de la pasada década.


De los setenta a los noventa

La cuestión de fondo se visualiza claramente a comparar las pirámides de población de los dos periodos. Ahí se constata el envejecimiento progresivo de los hombres y mujeres nacidos entre 1975 y 1980, cuando se produjo el 'boom' demográfico. Una generación que dejará de estar en edad fértil, lo que se traducirá en un estrechamiento en la base de la pirámide, ya que nacerán menos bebés.


España abrió el año pasado, según los datos del INE, un periodo descendente tras batir un récord en 2008, cuando se alcanzaron los 518.503 nacimientos, cifra no observada desde 1981. Este paulatino descenso de la natalidad viene determinado por entrar en edad fértil una generación menos numerosa de mujeres, nacidas durante la crisis de natalidad de los ochenta y primeros de noventa.


Mientras, la tendencia favorable de la fecundidad de la última década seguirá adelante, aunque no lo suficiente. Así, el número medio de hijos por mujer alcanzaría los 1,51 en 2019, frente a 1,4 en 2009. Esta tendencia llevará, si se cumplen las previsiones, a una estabilización de la edad media a la maternidad en torno a los 31 años.


Además, la esperanza de vida al nacimiento se incrementaría tanto en los varones (en 1,7 años, hasta los 80,1 años) como en las mujeres (en 1,5, hasta los 86,1 años). Al mismo tiempo, la esperanza de vida de quienes cumplan 65 años aumentaría en más de un año en cada sexo (hasta 19,1 años en los varones y 23,1 años en las mujeres) en la próxima década.


Para este periodo, según los datos del INE, España mantendrá una tasa anual de crecimiento demográfico con niveles inferiores al 0,35% y en ligera tendencia decreciente. Este mínimo aumento no será homogéneo. Bajará hasta en cinco comunidades: Asturias (-3,2%), País Vasco (-2,0%), Castilla y León (-1,9%), Galicia (-1,6%) y La Rioja (-1,3%). En el lado opuesto se situarían Castilla-La Mancha (6,4%), Baleares (6,4%), Murcia (6%), Navarra (5,5%), Madrid (5,4%) y Andalucía (5,0%).


Crecimientos vegetativos

Más preocupante es el dato del crecimiento vegetativo (el número de nacimientos menos el número de defunciones), que será negativo hasta en nueve regiones. Destacarán los casos de Galicia (-108.211), Castilla y León (-92.933) y Asturias (-57.244).


En cuanto a la inmigración, esta caerá en todas las comunidades. De hecho, en el global del periodo 2010-2019 Cataluña, País Vasco y La Rioja presentarían un saldo exterior negativo. En los últimos años se ha observado un cambio destacado en la tendencia de los saldos migratorios interprovinciales. Especialmente significativos son los casos de Baleares, Cataluña, Comunidad Valenciana, Comunidad de Madrid y Canarias.