TEMPORAL

La borrasca se aleja tras dejar rachas de viento de 228 kilómetros por hora

Más de 150.000 abonados se quedaron sin luz en el tercio norte de la Península.

El ciclón extra tropical Xynthia se alejó ayer rumbo el norte de Europa tras causar tres muertos y 12 heridos a su paso por la Península. Los vientos de hasta 228 kilómetros hora, récord absoluto de la tormenta registrado en el País Vasco, causaron la caída de árboles y torres del tendido eléctrico, lo que dejó sin suministro a 150.000 abonados. Todo dentro de lo previsto, según explicó el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que resaltó que los ciudadanos "actuaron responsablemente" ante la 'tormenta perfecta'.


Los anuncios realizados por las autoridades advirtiendo del peligro y el trabajo de los 20.000 efectivos que estuvieron trabajando por mantener la normalidad, incluida la Unidad Militar de Emergencias, paliaron en gran medida lo que podría haber sido una catástrofe mayor. En todo caso, poco se pudo hacer para evitar, el sábado, la muerte de una anciana en Orense, atrapada bajo un muro o el fallecimiento de dos hombres a estrellarse su vehículo contra un árbol caído en la carretera en Burgos.

En el parte de heridos están los ocho lesionados al caer un pórtico de señalización en la autovía A-8 en Guipúzcoa, la mujer alcanzada por una cornisa en Burgos, un hombre afectado por el desprendimiento de un techo de escayola en Ávila, una mujer sepultada bajo las ruinas de su casa en León y otro hombre atrapado por el tejado de chapa de una nave en Zamora.


Durante la jornada de ayer, los operarios trataban de recuperar el suministro en los últimos lugares que se quedaron sin luz durante la tormenta. Por comunidades, Castilla y León con 65.000 afectados fue la más perjudicada, seguida de País Vasco con 60.000, Galicia con 30.000 y Cantabria con más de 1.500. Otro de los sectores perjudicados por los fuertes vientos fue el tráfico aéreo. A lo largo del sábado fueron suspendidos 124 vuelos, principalmente con origen y destino en Canarias.

También se recuperó la normalidad en muchas de las carreteras afectadas por las inundaciones. Al deshielo por el incremento térmico se sumaron los fuertes aguaceros. Esto motivó cortes de carreteras en Galicia y la provincia de León, principalmente en la Montaña de Riaño.


Por otra parte, dado que Xynthia azotó la Península de suroeste a norte, las olas no fueron de gran altura, aunque llegaron a alcanzar los 6,5 metros tanto en el Atlántico como en el Cantábrico, la mitad de las registradas el 25 de enero del año pasado con ocasión de la última cilogénesis explosiva, que entonces causó el fallecimiento de cuatro niños en la localidad barcelonesa de San Boi al hundirse el techo de un túnel de bateo por efecto del vieno huracanado.

El efecto pantalla de la cordillera suavizó en cierta medida el oleaje, sobre todo en Asturias, Cantabria y País Vasco.