TERRORISMO

La banda falsificaría 25.000 carnés con el material robado en Francia

Descubierto también quemado el segundo coche usado por el comando, que fue sustraído en diciembre cerca de Burdeos.

Las imprentas clandestinas de ETA están en condiciones de falsificar cerca de 25.000 permisos de conducir del nuevo modelo español con el material robado a finales de 2010 en una empresa francesa. Los investigadores han localizado el segundo vehículo empleado por el comando asaltante, también incendiado como el primero para eliminar huellas, que había sido robado a comienzos de diciembre al norte de la ciudad de Burdeos.


El inventario definitivo realizado por los investigadores del botín obtenido por los etarras ha sido revisado al alza. Fueron en realidad 23.000 las tarjetas de plástico en blanco sustraídas a la compañía Impuls-France, y no las 6.000 que en un principio se contabilizaron. Los atracadores también se llevaron de sus locales en Bourg de Péage (en el departamento de Drôme) media docena de impresoras de alta definición y los programas informáticos necesarios para formatear los soportes vírgenes con modernos dispositivos de seguridad.


Sin chips informáticos

Un informe pericial confeccionado por expertos de la Policía española, incorporada al caso a petición de sus colegas franceses, dictamina que el material expoliado por el comando es sobre todo idóneo para la confección fraudulenta del permiso de conducción de nueva generación. De tamaño idéntico al de una tarjeta de crédito, a diferencia de estas y de las renovadas versiones del DNI o del pasaporte no va dotado con chips informáticos, que no son fabricados por la empresa asaltada.


El voluminoso producto del robo fue cargado en un automóvil Citroën Xsara, propiedad de la compañía y estacionado en su aparcamiento. El vehículo fue localizado el lunes en el término municipal de Taulignan, a 80 kilómetros al sur de Bourg de Péage.


En las inmediaciones también apareció carbonizado un monovolumen Citroën C4, por lo que se supone que era empleado por el comando en sus desplazamientos. La eventualidad de que hubiera sido detectado en las vigilancias previas del establecimiento o la tarde del pasado 20 de diciembre, fecha del asalto, motivó su destrucción por razones de seguridad y el trasbordo del cargamento a un tercer vehículo, según la hipótesis más plausible manejada por los expertos.