ATENTADOS EN MADRID

La Audiencia Nacional rechaza realizar más pruebas sobre los explosivos del 11-M

La AVT, durante el último año y medio, había pedido seis pruebas diferentes sobre los explosivos, entre ellas que se hiciese un 'simulacro de las explosiones'. El tribunal recuerda que el caso está cerrado con sentencia firme del Tribunal Supremo.

El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz Gutiérrez rechazó la petición de dos responsables de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) para realizar nuevas pruebas y diligencias para determinar qué sustancia componía las bombas que estallaron en los trenes de Cercanías.


Ruz mantiene abierta una pieza secreta (diligencias previas 309/05), desgajada del sumario principal del 11-M, ya juzgado, en la que se investiga a quien pertenecían los rastros de ADN no identificados que aparecieron en algunos escenarios y en la que se trata de localizar a algunos de los terroristas que supuestamente participaron en la masacre y que lograron abandonar España antes de ser detenidos.


El magistrado cree que intentar que en esa pieza separada se investigue, una vez más, qué sustancia explosionó en los trenes en una petición «inútil, dilatoria y perjudicial a los fines de la instrucción». Ruz recuerda que en el juicio del 11-M celebrado en la Audiencia Nacional ya se zanjó este tema (el tribunal dictaminó que era Goma-2 procedente de las minas asturianas) y que durante el propio proceso hasta ocho peritos ratificaron ante los magistrados los informes químicos que apuntaban que se trataba de este explosivo. E insiste en que todos estos extremos fueron confirmados por el Tribunal Supremo, que hizo firme la sentencia de la masacre de los trenes.


La AVT, durante el último año y medio, había pedido seis pruebas diferentes sobre los explosivos, entre ellas que se hiciese un «simulacro de las explosiones» en vagones de Cercanías utilizando diferentes sustancias como Goma 2 o Titadyne (el explosivo más usado por ETA en aquella época); que se analizara la posible contaminación de pruebas recogidas en los trenes durante su custodia en dependencias policiales o que se realizaran periciales sobre los explosivos fabricados en España, Francia y Austria desde 1999.


Ruz considera que esas peticiones «rebasan el juicio de idoneidad, necesidad y proporcionalidad» y «no introducen ningún elemento nuevo» que no haya sido ya enjuiciado. Sobre todo, porque la pieza separada que instruye sobre los 'flecos sueltos' de los atentados está dirigida exclusivamente a determinar la participación de otros terroristas que no fueran los que se sentaron en el banquillo o los que murieron en la explosión del piso de la calle Carmen Martín Gaite de Leganés, donde se suicidaron la mayoría de los autores materiales de la masacre.