Los cinco miembros del clan gitano 'los Esquiroles' acusados de mantener cautiva durante tres semanas a una joven, que presuntamente fue violada, torturada y rapada al cero por negarse a aceptar la pareja que le imponían, se exculparon ayer ante el tribunal cruzándose mutuamente acusaciones por el secuestro.

La Fiscalía pide hasta 15 años de prisión para cuatro de los acusados, pena que se eleva hasta los 30 para un miembro del clan que presuntamente también violó a la joven, a quien los Mossos d'Esquadra liberaron en julio de 2008 de una caseta de Centelles (Barcelona) gracias a una llamada anónima.

Según el Ministerio Público, la chica, de 19 años y que cuando fue liberada se encontraba rozando la inanición, había sido compañera sentimental del jefe del clan, el acusado Juan E. Este decidió abandonarla y emparejarse con Jessica G., otra de las acusadas, pero obligó a la víctima a iniciar una relación con su hermano Pascual E., también procesado. En la barraca vivieron al parecer la víctima y los cinco acusados: los hermanos Juan y Pascual E.; la madre de ambos, Adelina J.; Jessica G., y un amigo, Juan Gabriel B.

La madre de los dos principales acusados reconoció que inicialmente mantuvo una versión distinta "obligada" por el temor que tiene a su hijo Juan. También Pascual E. y Juan Gabriel B. justificaron el cambio de versión por miedo: "Hacemos lo que nos dice el hijo mayor, el jefe". dijo Pascual E.