TERRORISMO

Interior no tiene pruebas de que ETA tenga una infraestructura estable en Andalucía

ETA colocó de madrugada un artefacto, oculto en la maleza, que estalló en la playa de la ciudad malagueña.

Fue un chatarrero el que encontró una bolsa con una pistola y munición de ETA en Torremolinos pocas horas antes de que la banda terrorista hiciera explotar en la localidad malagueña una bomba de escasa potencia. En este lugar la policía también encontró material para fabricar bombas -un temporizador, detonadores y varias tarteras-, un carné militar sin fotografía y un papel con anotaciones en euskera sobre la manipulación de explosivos. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró, tras el atentado de Torremolinos, que no existen pruebas para pensar que ETA dispone de una infraestructura estable en Andalucía. "Pero tampoco digo lo contrario", matizó Rubalcaba para curarse en salud.


Fue a última hora de la tarde de este lunes cuando un chatarrero que trabajaba en una cantera en la localidad malagueña encontró una bolsa con un sospechoso contenido entre el que destacaban una pistola y dos cargadores de 9 mm Parabellum. Con ellos, el hombre acudió a la comisaría para alertar a la policía. Los agentes se trasladaron hasta el lugar del hallazgo donde también encontraron varios detonadores, un temporizador, varias tarteras, un carné militar sin fotografía y un papel con anotaciones en euskera con instrucciones sobre cómo manipular explosivos.


Ahora los agentes tratan de determinar si la bolsa fue abandonada por los terroristas o si se trata de una entrega frustrada de material para un comando. Tan solo horas después de encontrar esta bolsa, sobre las doce y cuarto de la noche, un artefacto compuesto por menos de un kilo de explosivo estalló en una playa de Torremolinos, en las inmediaciones de un puente peatonal sobre un arroyo próximo al hotel Sol Aloha Puerto, en el barrio de La Carihuela. Una zona que se encuentra a tan solo cuatro kilómetros del lugar en el que se encontró la bolsa.


El artefacto, de escasa potencia, no provocó víctimas y los daños materiales fueron "inexistentes", según aseguró el alcalde del municipio, Pedro Fernández Montes, quien añadió que la situación se encuentra "normalizada" desde primera hora. En las proximidades del lugar donde estalló la bomba se encuentran varios hoteles y terrazas muy frecuentados en esta época del año. Los locales más cercanos son dos chiringuitos playeros que están a escasos 20 metros de donde estalló la bomba que fueron desalojados por la Policía poco después de la explosión. A lo largo del día han sido cientos los curiosos que se han paseado por esta zona para ver el agujero, de medio metro de diámetro y de unos 40 centímetros de profundidad, que ha dejado el último atentado de ETA.


El alcalde señaló que, como todos los atentados de ETA en su campaña de verano, el objetivo de la banda "era sólo crear alarma, lo cual han conseguido, y atentar contra los intereses turísticos, algo que, sin embargo, no han logrado". Además, recordó que "es la tercera vez en 15 años que ocurren en Torremolinos unos hechos similares y no se consigue nada, es una alarma momentánea, para dar a entender que están ahí, que están organizados y que tienen capacidad de actuación, pero nada más".

Con capacidad pero sin infraestructura


Una capacidad de actuación de la que, según el ministro del Interior, no se puede deducir que ETA goce de una infraestructura estable en Andalucía. Rubalcaba aseguró que del atentado en Torremolinos y de la declaración de los detenidos del comando Vizcaya, que confesaron que tenían una cita el 15 de agosto en Granada, no se puede concluir que ETA tenga una estructura asentada en Andalucía. "¿Quiere decir esto que ETA tiene una infraestructura estable en Andalucía? No, de ninguna manera", señaló.


"Pero tampoco digo lo contrario", matizó el titular de Interior que, tras presentar el dispositivo especial de Tráfico para el 1 de agosto se limitó a atribuir el atentado de anoche a ETA y a confirmar el hallazgo de la bolsa con material de la banda terrorista también en Torremolinos. Al atentado también se refirió la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, que expresó su rotunda condena y señaló que "afortunadamente" no "ha tenido consecuencias personales".


Además, De la Vega quiso lanzar tres mensajes "importantes". El primero, a los "terroristas", a quienes les advirtió de que "si no cejan en la violencia, serán detenidos, juzgados y castigados". En segundo lugar, aseveró a los ciudadanos que las Fuerzas de Seguridad "trabajan por garantizar su seguridad" y que lo hacen "con compromiso, esfuerzo, dedicación y eficacia". Por último, se dirigió a los cuerpos de seguridad, a quienes les agradeció su trabajo contra el terrorismo que es "de gran eficacia".


Por su parte, el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, mensaje de "tranquilidad y serenidad" a todos los andaluces, ya que hay que "confiar en el buen trabajo que están realizando los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado". El líder del PP en Andalucía, Javier Arenas, denunció que ETA pretende "hundir la economía andaluza y el gran prestigio turístico de la zona" y advirtió que "no hay que bajar la guardia". En este sentido, sindicatos y empresarios andaluces mostraron también su condena al atentado de Torremolinos y advirtieron del "grave perjuicio" que esta acción puede tener para la economía de la zona, y más en estos momentos de "dificultades económicas".