Terrorismo

Interior concede el tercer grado penitenciario a un etarra

Fernández Pérez de Nanclares, al que se le aplicó la doctrina Parot, firmó su desvinculación de la banda terrorista y mostró arrepentimiento.

La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias del Ministerio del Interior ha concedido el tercer grado penitenciario al interno José Manuel Fernández Pérez de Nanclares, que cumple condena desde el 18 de mayo de 1992 por delitos relacionados por su pertenencia a ETA. En la actualidad cumple condena en el centro penitenciario de Bilbao.


Fernández Pérez de Nanclares, al que se le aplicó la doctrina Parot, firmó su desvinculación de la banda terrorista, mostró su arrepentimiento y cumple el resto de requisitos exigidos por la legislación vigente para acceder al tercer grado.


Dicho grado le permitirá un régimen de salidas diario, en fines de semana y una ampliación de permisos. Asimismo esta situación le abre la puerta para la libertad condicional.


Colaboró en el asesinato de un Guardia Civil


La Audiencia Nacional le condenó el 7 de abril de 1995, al igual que a su esposa María Angeles Pérez del Rio, a 18 años de prisión, por colaborar en el asesinato del guardia civil José San Martín Bretón, ocurrido en Getxo el 25 de febrero de 1992.


La sentencia consideró probado que José Manuel Fernández y su esposa alojaron en su domicilio a Francisco Javier Martínez Izaguirre "Javi de Usansolo" y a otro etarra, quienes decidieron asesinar a uno de los guardias civiles que, de paisano viajaban diariamente en el mismo tren que cogía María Angeles Pérez para ir a su trabajo.


José Manuel Fernández trasladó a los dos etarras hasta unos aparcamientos de Algorta, donde se apoderaron de un vehículo, estacionándolo en otro lugar de esa localidad. Al día siguiente, tomaron en Algorta el tren en el que sabía que viajaba el guardia civil José San Martín Bretón, cuya identdad conocían por los datos facilitados por el matrimonio.


Cuando el guardia civil llegó a la plaza Villamante, en Getxo, uno de los etarras se aproximó a él y le disparó en la cabeza, causándole la muerte instantánea. Posteriormente, con el coche robado se dirigieron donde les esperaba José Manuel Fernández, ocultándose nuevamente en el domicilio del matrimonio.


En fechas próximas a la Semana Santa de 1999 José Manuel Fernández fue trasladado por razones familiares desde la cárcel de Zaragoza a la de Logroño.


En septiembre de 1999, cuando el Ministerio de Interior adoptó medidas penitenciarias para 110 presos, José Manuel Fernández fue trasladado desde la prisión de Logroño a la de Martutene.