El titular del Juzgado de Instrucción número seis de Córdoba ha imputado a dos hermanos de la Casa de San Francisco de Asís, un centro para discapacitados, perteneciente a la Cruz Blanca, por sendos delitos de abusos sexuales contra internos.

Según fuentes judiciales, ayer se levantó el secreto de sumario de este caso y el juez imputa a Manuel Ortiz, responsable del centro y hermano mayor de la Congregación de la Cruz Blanca, un delito de abusos sexuales y otro de maltrato habitual. En cuanto al otro religioso, F. G., el juez le atribuye otro delito de abusos sexuales.

Los dos hermanos están libres, aunque como medida cautelar, el juez les prohíbe acercarse el centro, que ayer abandonaron. Además, se les ha vetado comunicarse con los trabajadores y con los residentes del centro.

Por su parte, el Obispado de Córdoba manifestó en un comunicado que ha actuado "en el ámbito de su competencia buscando siempre el bien de las víctimas y tomando las medidas pertinentes para esclarecer la responsabilidad a que hubiere lugar".

Denuncia anónima

El pasado 7 de octubre, la Policía conoció un escrito anónimo en el que se denunciaban supuestos abusos sexuales a un interno en la sede de la Cruz Blanca por parte de un colaborador externo.

El asunto ya se conocía en la institución y se habían adoptado medidas internas para conocer el alcance de los hechos con la intención de denunciarlos, aunque finalmente la Policía recibió una denuncia anónima.

Sin embargo, los trabajadores del centro mostraron ayer su sorpresa por la imputación de los dos religiosos. A pesar de que la dirección del centro declinó hacer declaraciones sobre lo sucedido, los empleados que salían o entraban a su turno de trabajo coincidieron en destacar la sorpresa que les produjo la noticia, ya que nunca han notado ningún comportamiento extraño.

Así, un cuidador de los discapacitados dijo que estaba totalmente sorprendido por lo sucedido, mientras que una limpiadora aseguró que Manuel Ortiz es una persona que ha hecho mucho por los internos discapacitados.

Tras asegurar que el centro funciona con normalidad, esta limpiadora añadió que nunca ha notado ningún comportamiento extraño relacionado con abusos sexuales ni ningún ambiente raro.

Por otra parte, vecinos de la zona mostraron la admiración que tienen por esta congregación y la labor que desarrollan en el cuidado de enfermos, al tiempo que sostuvieron que nunca han presenciado ningún incidente de este tipo.