remodelación en el gobierno

Iglesias ejerce como número tres del PSOE y arropa a los nuevos ministros

El presidente aragonés mantuvo un encuentro con Rubalcaba, Chaves, Blanco y Jáuregui en La Moncloa Dirigentes afines al ministro de Fomento trasladan que el político aragonés no asumirá todo el control en Ferraz.

El presidente de Aragón, M. Iglesias, junto a los vicepresidentes Chaves y Rubalcaba y los ministros Sebastián, Blanco, Garmendia, Sinde y Chacón.
Iglesias ejerce como número tres del PSOE y arropa a los nuevos ministros
DGA

La foto más esperada, la de José Luis Rodríguez Zapatero rodeado por su hombre fuerte en el Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el nuevo referente del partido, Marcelino Iglesias, no llegó a producirse ayer. Y no ocurrió porque casi todos estuvieron con todos, pero nunca juntos y siempre rodeados de otros altos cargos que imposibilitaron además el esperado encuentro a solas entre Rubalcaba e Iglesias. Los dos hombres sobre cuyas voces y mensajes recae a partir de ahora la tarea de hacer creíble al Gobierno de Rodríguez Zapatero tuvieron ayer su primera reunión, pero en ella estuvieron también el vicepresidente Manuel Chaves; el ministro de Fomento, José Blanco, y el de Presidencia, Ramón Jáuregui. Son el nuevo núcleo duro del presidente. La reunión fue un encuentro discreto antes de la toma de posesión de Rubalcaba y Jáuregui, lejos de cualquier cámara o micrófono.

Con esta primera toma de contacto, Marcelino Iglesias, aunque no será nombrado oficialmente hasta mañana, se estrenó ayer como secretario de Organización del PSOE. Y lo hizo acudiendo además a cuatro de las seis tomas de posesión que se celebraron ayer en Madrid.

Aunque ayer todo fueron sonrisas y apretones de mano, las navajas empiezan ya a aparecer. Todo por el control de Ferraz, la sede del PSOE. Por ejemplo, empezó a comentarse ya que Iglesias recurriría a una viceportavoz, que sería además Elena Valenciano, una de las personas de máxima confianza de José Blanco. Sin embargo, fuentes próximas a Iglesias negaron taxativamente esa posibilidad. Dejaron claro que Iglesias ejercerá de portavoz del PSOE cada lunes y no tendrá más adjunto como secretario de Organización que la zaragozana Pilar Alegría, que además ya tenía ese cargo en la etapa anterior.

Los comentarios de ayer no son más que continuación de otros que surgieron en el instante en que Zapatero dio a conocer la salida de Leire Pajín como secretaria de Organización y su relevo por Marcelino Iglesias. Algunos lo interpretaron como la vuelta de Blanco al control total partido. Como apuntan diferentes fuentes socialistas, es cuestión de muy poco tiempo que todos tengan claro que Iglesias va a Ferraz a asumir todas las funciones que su cargo conlleva.

En cualquier caso, lo de ayer fue un aviso de lo que se le viene encima a Iglesias, que tiene además el condicionante de ejercer dos funciones muy relevantes con despachos en ciudades diferentes. Si por la mañana estaba en Zaragoza, en el pleno de las Cortes de Aragón, en apenas unas horas cogió un Ave dirección a Madrid, acudió a La Moncloa, de ahí a la sede del Ministerio de Sanidad, luego a la de Medio Ambiente y después fue directo a la estación de Renfe para volver a Zaragoza ya que hoy deberá estar también en el pleno. La dualidad de Iglesias como presidente y secretario de Organización acaba de empezar, con todo lo que conlleva para su agenda.

El presidente aragonés solo se ausentó de la tomas de posesión que protagonizaron Trinidad Jiménez en el Ministerio de Exteriores (coincidió en el tiempo con la de Pajín en Sanidad) y de la protagonizada por Valeriano Gómez en Trabajo. A la de Pajín acudió junto a Eva Almunia y Víctor Morlán. Antes había estado en las de Rubalcaba y Jáuregui y justo después en la de Rosa Aguilar, en Medio Ambiente y Medio Rural.

Hay que decir que solo Blanco mantuvo la misma agenda frenética de apariciones en las tomas de posesión. El resto de ministros y altos cargos optaron por acudir a menos cambios de cartera.

De todos los nombramientos, el de la no afiliada Rosa Aguilar es el que más preocupa en el PSOE aragonés. No hay constancia de que esta política andaluza tenga muy claro lo importante que es para Aragón el recrecimiento de Yesa, Biscarrués, etc. Según explicaron, Iglesias decidió acudir a su toma de posesión entre otros motivos para trasladar la importancia que tiene para esta Comunidad determinadas obras hídricas.