Güemes cambia a Esperanza por Pocoyo

Juan José Güemes llevaba hasta el pasado mes de marzo la voz cantante de la política sanitaria en la comunidad de Madrid. Pero el 18 de marzo, la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, anunció que el hasta entonces consejero dejaba la política para dar el salto al mundo empresarial. Y ayer se supo que la empresa Zinkia, especializada en productos de entretenimiento y creadora de la serie de dibujos animados 'Pocoyo', lo ha fichado para su consejo de administración. En su primera junta general de accionistas, celebrada el pasado miércoles, la compañía acordó la incorporación de tres nuevos miembros a su consejo de administración, entre los que figura como independiente el ex consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid.

Güemes, actual presidente del Centro Internacional de Gestión Emprendedora del Instituto de Empresa, asumirá además la presidencia del comité de auditoría, según informó ayer la empresa.

Este nombramiento tendrá vigencia durante un periodo de cinco años.

Fundada en 2001 y con presencia en más de un centenar de países, Zinkia se convirtió el pasado 15 de julio en la primera empresa en cotizar en España en segmento de empresas en expansión del Mercado Alternativo Bursátil (MBA).

La renuncia "irrevocable" -en palabras de Esperanza Aguirre- de Güemes a su puesto de consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid causó sorpresa en numerosos círculos por la solvencia demostrada por el joven político. No obstante, fuentes del PP apuntaron entonces que Güemes y Aguirre habían mantenido algunas diferencia en los últimos meses, y esa habría sido la causa que impulsó al colaborador a dar el salto a la empresa.

Güemes ha estado en la política durante 17 años: "No pensé que pudiera durar tanto", declaró en su rueda de prensa de despedida, en la que compareció junto a Esperanza Aguirre. Tras declararse "muy honrado" de haber pertenecido "al mejor Gobierno que hay en España", el ex consejero de Empleo y Mujer en el primer mandato de Aguirre y de Sanidad en el segundo justificó su marcha no solo del Gobierno regional, sino también del escaño en la Asamblea y de su puesto directivo en el PP madrileño, en el que era responsable de Comunicación.

Próximo a cumplir 41 años (los hará en junio), este madrileño es padre de tres hijas, deportista obsesivo y está casado con Andrea Fabra, hija del polémico presidente de la Diputación de Castellón.