TRAGEDIA EN BARAJAS

Gobierno y oposición se enzarzan a cuenta de la seguridad de Spanair

El presidente del Gobierno reclamó confianza en el sistema de navegación aérea y pidió calma para conocer las causas del accidente que el pasado 20 de agosto segó la vida de 154 personas en Barajas. José Luis Rodríguez Zapatero declaró su fe en que la Comisión de Investigación Técnica aclarará las causas del siniestro e insistió en que la aviación española «responde a los parámetros de mayor seguridad en los países europeos y en el mundo». Sin embargo, la comparecencia de la Ministra de Fomento en el Congreso, el pasado viernes, ha provocado una controversia con los trabajadores de Spanair en la que también participó el primer partido de la oposición.


El PP garantizó que no utilizará el accidente para obtener rentabilidad política pero acusó al Ejecutivo de repartir culpas, sembrar dudas y generar incertidumbre poniendo así en cuestión la confianza de ciudadanos y turistas en la seguridad del transporte aéreo en España. Mariano Rajoy fue muy crítico con los datos aportados al Parlamento por la ministra, en los que los 'populares' aprecian insinuaciones que afectan a la imagen de la aerolínea propietaria del avión siniestrado. El dirigente de la oposición reclamó al Ejecutivo que diga «la verdad de lo que pasó» y aclare si la compañía Spanair «tiene culpa» de lo sucedido, siempre que pueda demostrarlo. De lo contrario, exigió a Fomento que diga con claridad que no conoce con exactitud lo sucedido y apuntó que, de no hacerlo, «Spanair va a pagar el pato de todo lo que ha ocurrido aquí».


La número dos de su partido, María Dolores Cospedal, acusó a la ministra Magdalena Álvarez de sembrar «incertidumbres» sobre la seguridad de la aerolínea y «echar culpas a diestro y siniestro».


Dijo que el PP no hará «política con la sangre de las víctimas» y pidió al Gobierno prudencia, sensatez, responsabilidad y transparencia a la hora de hacer declaraciones sobre las circunstancias del accidente.


La titular de Fomento afirmó en sede parlamentaria que Spanair sopesó sustituir la aeronave siniestrada por otra, media hora antes del accidente. El anuncio, que en principio fue desmentido por la compañía, provocó gran malestar entre los empleados de la aerolínea que enviaron una carta abierta al predría pensar que el Gobierno estaba ocultando algo». Lo más fácil, según Pérez Rubalcaba, habría sido que la empresa admitiera desde el comienzo que barajó la posibilidad de cambiar de aeronave «en vez de decir una cosa y tres horas después la contraria».


En Spanair evitaron entrar en la polémica. La compañía se desmarcó del contenido de la carta de sus empleados y, en una nota de prensa, afirmó que no promovió ni alentó la difusión de la misiva que cuestiona la comparecencia de Magdalena Álvarez y aclaró que el escrito «no representa en modo alguno» su posición institucional. «Desde el primer momento en que se confirmó el accidente, Spanair ha establecido comunicación y colaboración con todas las autoridades, a todo nivel», señaló.


Personamientos



Por su parte, los afectados comienzan a ejercer las acciones legales correspondientes y dos familias ya se han personado en la causa que instruye el juzgado número 11 de Madrid. La Organización Impulsora de Discapacitados también solicitó personarse como acusación popular y puso a disposición de las familias de las víctimas los servicios gratuitos de su equipo jurídico.



Entretanto, el último parte médico difundido por la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, revela que, de los 13 supervivientes que continúan ingresados en hospitales de la capital, dos se encuentran muy graves, uno continúa grave, dos están estables dentro de la gravedad y seis presentan evolución favorable. El estado de Ángeles Carpintero Ruiz no se ha hecho público por petición expresa de su familia.