PRISIONES

Gallizo admite que un funcionario entró sin permiso en una celda de madrugada

La responsable de Instituciones Penitenciarias no descarta que hubiera relaciones sexuales a cambio de favores. Dice que la cúpula de Madrid I no actuó ante "conductas deleznables".

La secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, ayer en Madrid .
Gallizo admite que un funcionario entró sin permiso en una celda de madrugada
VíCTOR LERENA/EFE

La secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, no descartó ayer se hubieran producido relaciones sexuales a cambio de favores entre funcionarios y reclusas de la cárcel de mujeres Madrid I, cuya dirección fue destituida por no actuar ante "comportamientos manifiestamente deleznables".

Gallizo compareció en rueda de prensa para explicar la cronología de los hechos que condujeron a la destitución del director, el subdirector y el administrador de la cárcel de mujeres, y a la apertura de expedientes disciplinarios a dos funcionarios de esta prisión, suspendidos también de funciones. La adopción de estas medidas cautelares obedeció a que, según sus palabras, la dirección no actuó con la "celeridad necesaria" ni con "el altísimo nivel de exigencia" propio de Instituciones Penitenciarias ante la sospecha de esas conductas irregulares.

"No descarto que se haya producido nada", respondió Gallizo al ser preguntada por la posible existencia de relaciones sexuales entre las reclusas y algunos funcionarios a cambio de prebendas, aunque sí afirmó que no hay constancia de que se tratara de facilitar drogas a las internas.

La responsable de prisiones admitió que, el 4 de abril, un funcionario entró en una celda de la prisión a altas horas de la madrugada y permaneció en su interior durante un espacio de tiempo que, según Gallizo, no está justificado de ninguna manera. "No estamos dispuestos a transigir con ningún comportamiento irregular", zanjó la dirigente de Interior, quien justificó la contundencia de las medidas adoptadas y dijo que, temporalmente, se encuentra como director en funciones un miembro de la Inspección Penitenciaria que está investigando estos hechos.

Según detalló, la primera información sobre supuestas conductas irregulares se tuvo a principios del pasado mes de enero, cuando una funcionaria denunció ante el director del centro que se había introducido alcohol en la prisión, especialmente en Nochevieja.

El director recabó los informes pertinentes y remitió la denuncia a la Secretaría General, que trasladó los hechos a la Inspección de Instituciones Penitenciarias. Unos días después, se acordó incoar un expediente disciplinario al funcionario supuestamente involucrado en esos hechos, que fue suspendido de funciones.

Fue el 4 de abril, sin embargo, cuando se produjo un incidente de "extrema gravedad", según Gallizo, si bien hasta tres días más tarde el director de Madrid I no lo comunicó a la Secretaría General. Casi una semana después, y ante la veracidad de los hechos denunciados, se suspendió al funcionario que supuestamente accedió a la celda durante la noche y se le abrió un expediente, para después acordar la destitución de la cúpula directiva de la prisión. Además, las dos internas que compartían esa celda han sido trasladadas de centro penitenciario.

Gallizo no quiso precisar en qué consistieron esos hechos concretos, al alegar que la investigación todavía no está cerrada. En cualquier caso, quiso dejar claro que se trata de actuaciones aisladas e individuales, que nada tienen que ver con el "buen nombre" de los 25.000 trabajadores de Instituciones Penitenciarias, que en su mayoría son "honorabilísimos".

Mercedes Gallizo solicitará comparecer en el Congreso de los Diputados para informar de los hechos y de las medidas adoptadas.

Por otra parte, la dirigente zaragozana descartó que los incidentes tengan que ver con la entrada en vigor de la Ley de Igualdad. Gallizo aseguró que lo sucedido "no tiene nada que ver" con una ley que obliga a no discriminar a las mujeres al incorporarse a este tipo de puestos de trabajo. Incluso, afirmó que el centro penitenciario madrileño cuenta con una plantilla de mujeres superior a la de hombres desde hace años, y que esas proporciones no han cambiado desde que entró en vigor la ley, en 2007.