TERRORISMO

Familiares de presos etarras sustituyen a los abogados como 'correos'

El vacío dejado tras la operación policial que desmanteló el entramado de abogados de ETA encargado de mantener la disciplina férrea en el colectivo de presos ha sido cubierto en los últimos meses por familiares de los internos

madrid. El vacío dejado tras la operación policial que desmanteló el entramado de abogados de ETA encargado de mantener la disciplina férrea en el colectivo de presos ha sido cubierto en los últimos meses por familiares de los internos, quienes han asumido la misión de mantener la comunicación entre las cárceles y de unificar los mensajes procedentes del exterior, según fuentes penitenciarias.

Estas mismas fuentes precisan que las familias mantienen reuniones periódicas en el exterior que emplean para poner en común los mensajes que posteriormente se van a transmitir a sus presos en las cárceles. Estas reuniones se dan en función de territorios y proximidades geográficas.

Fue el 14 de abril cuando las Fuerzas de Seguridad desarticularon el frente de abogados encabezado por letrados habituales de la banda como Arantza Zulueta y Jon Emparantza, actualmente en prisión. Actuaban de nexo directo entre el colectivo de presos y la cúpula etarra haciendo cumplir las directrices de la organización y en su labor llegaban a elaborar minuciosos informes sobre cada uno de los internos donde detallaban su grado de compromiso y otras observaciones.

Sin embargo, el ámbito de actuación de las familias es mucho más limitado del que disfrutaban los abogados del entramado 'H-Alboka'. Estas limitaciones a la hora de llegar a todos los presos obligan a los familiares a fijar en sus reuniones un mensaje de mínimos con un objetivo de fondo: mantener la unión en el seno de un colectivo históricamente cohesionado, pero que en los últimos meses da demasiadas muestras de división interna. De hecho no todos los presos que llenan las cárceles españolas por su pertenencia a ETA -en torno a 550- participan de esta estrategia.