El president de la Generalitat, Alberto Fabra, se ha marcado, como uno de los objetivos a lograr a lo largo de su mandato, que se vuelva a hablar «únicamente en positivo» de la Comunidad Valenciana, y se ha comprometido a desarrollar un proyecto «lleno de consensos».

Fabra ha jurado su cargo como presidente en Las Cortes Valencianas, en un pleno al que ha acudido su antecesor en el cargo, Francisco Camps, quien dimitió la semana pasada tras su procesamiento por recibir supuestamente regalos de empresas de la trama Gürtel.

En un discurso que ha durado cerca de nueve minutos, y en el que ha alternado el castellano con el valenciano, ha destacado que seguirá el espíritu de la Declaración de Castellón de 2005, «un gran acuerdo que unió a alcaldes de diferentes territorios e ideologías, en defensa del Corredor Mediterráneo».

Esta infraestructura «es la mejor opción de prosperidad y progreso para el conjunto de España y no voy a desfallecer en exigir y reivindicar» su puesta en marcha, ha sostenido el hasta este miércoles alcalde de Castellón, quien ha incidido en que su proyecto de Comunidad Valenciana «suma y no resta».

«Quiero escuchar a todos», ha afirmado el presidente, quien ha manifestado que asume «este enorme reto» que se le presenta por delante «con el talante y la experiencia de un municipalista convencido», consciente de «la importancia de la cercanía a las personas para resolver sus problemas».