TERRORISMO

El peor momento de ETA en sus 51 años de historia

Los terroristas viven el peor momento de sus 51 años de historia, con más presos que nunca y una división latenteLas detenciones antes de un atentado son cada vez más frecuentes.

El jueves, Fermín Martínez, Artzai Santesteban y Zuriñe Gogenola, tres de los nuevos activistas de ETA que figuraban en las listas de los más buscados del Ministerio del Interior, se dejaron 'cazar' en Roma tras pasar medio año de rocambolesca huida por Europa sin que nadie en la banda pudiera hacerse cargo de ellos. Prefirieron entregarse ante la imposibilidad de tomar las armas.

La debilidad del otrora omnipresente aparato de acogida es la última evidencia de la descomposición de ETA, pero no es la única: el colectivo de presos engorda día a día, la disidencia en las cárceles crece a ritmo exponencial, los atentados son esporádicos, los jefes caen uno tras otro, las listas de fichados menguan, el acoso internacional acogota por todos lados. Así las cosas, el manido mantra de que estamos "más cerca del final de ETA", repetido con machaconería por los cinco últimos ministros del Interior durante 14 años, parece tener visos de ser algo más que un deseo. ¿Es el final de trayecto de una banda con 51 años de historia de sangre?

El rumor de que la banda está cerca de declarar una tregua tácita o explícita se hace más fuerte conforme aumenta la disidencia. La apuesta decidida de Alfredo Pérez Rubalcaba por romper a ETA desde las prisiones da ahora los mejores frutos y la cúpula terrorista lo sabe, pero se ve impotente para frenar la sangría. Son ya cerca de medio centenar de presos los que han roto con la organización e, incluso, han firmado los cuatro puntos que Interior exige para que se incorporen al grupo de arrepentidos: condenar la violencia, pedir perdón a las víctimas, asumir la responsabilidad civil de sus atentados y colaborar con la Justicia.

Por las tres cárceles en las que Instituciones Penitenciarias concentra a estos díscolos, Villabona (Asturias), Zuera (Zaragoza) y Nanclares (Álava), han pasado cerca de un centenar de presos en los últimos meses. Unos movimientos que forman parte de una dinámica de continuos y calculados traslados de reclusos terroristas que se ha intensificado. Solo entre mayo y junio, 72 miembros de ETA han sido alejados o acercados, la décima parte de la población reclusa de la organización que está repartida por España, Francia, Portugal, el Reino Unido y, desde esta semana, Italia.

Ni una acción relevante

La colonia etarra entre rejas no ha bajado de los 600 presos desde 2002, aunque los atentados se han reducido desde entonces a menos de la cuarta parte. Entre enero y junio de 2010 fueron capturados 61 terroristas sin que ETA haya podido perpetrar ni un atentado relevante en España.

Las detenciones antes de actuar, las más valiosas y difíciles, son moneda corriente y han permitido capturar tanto a jefes como a 'indios'. El pasado mayo cayó en Francia el quinto cabecilla de ETA en dos años. Como casi todos sus antecesores, Mikel Carrera, 'Ata', se preocupó más de huir que de preparar atentados. Sus apuestas se contaron por fracasos antes de nacer: la fábrica de bombas de Portugal, la reactivación de tres comandos en el País Vasco y la puesta en marcha de una base en Cataluña.

"Y por debajo las cosas no están mejor", afirman los mandos de la lucha antiterrorista, que recuerdan, no sin sorna, el perfil de los nuevos activistas de la "ETA-Facebook" nacida en 2009 y que en los últimos meses ha dejado un reguero de datos en las redes sociales para satisfacción de las fuerzas de seguridad. Estos etarras de nuevo cuño viajan con su documentación real y en coches de sus familiares y compaginan su actividad terrorista con el tráfico de drogas.

Las caídas, además, no son ya cubiertas con tanta velocidad como cuando ETA rompió la tregua con el atentado de la T-4 de Barajas. Los terroristas lograron mantener en 2007, 2008 y parte de 2009 una actividad notable. Pero la veta de la violencia callejera, en cambio, ha caído en picado desde mayo de 2007, cuando hubo más de cien ataques. En verano de 2009, ningún mes llegó a los 40 atentados de baja intensidad.

La amplia redada de la Policía de noviembre contra Segi -30 arrestados- de la que huyeron los tres detenidos el jueves en Roma, dejó, además, sin 'plan b' y sin cantera a la banda. El resultado es que, por primera vez en 10 años, la relación de fichados de ETA no supera la treintena. El número de no fichados es una incógnita, aunque los servicios de Información no creen que ahora superen la veintena, incluidos los colaboradores.