TERRORISMO

ETA llega hoy al medio siglo matando

El Congreso celebra hoy el primer Día de las Víctimas del Terrorismo, justo cuando se cumplen 50 años del considerado primer atentado mortal de la banda terrorista.

Familiares del policía Eduardo Puelles, asesinado por ETA hace un año, en un homenaje en Arrigorriaga.
ETA llega hoy al medio siglo matando
A. ALDAI/EFE

El Congreso celebra hoy por primera vez el Día de las Víctimas del Terrorismo. La fecha coincide con el 50 aniversario del que se considera el primer asesinato de ETA: la muerte de la niña Begoña Urroz, fallecida en San Sebastián el 27 de junio de 1960.

En medio siglo de actividad asesina, la banda terrorista ha matado a 858 personas; su última víctima, el policía francés Jean-Serge Nerin, muerto en un tiroteo con etarras el 16 de marzo pasado. Entre medias, ha asesinado a militares, guardias civiles, policías, políticos, jueces y centenares de personas de a pie, en una espiral terrorista que, en plena democracia, aún continúa.

Lo que sí ha cambiado, y mucho, es el reconocimiento social y político que reciben las víctimas, la "referencia ética" en la lucha contra el terrorismo. "Antes, eran molestas, tenían que estar casi avergonzándose y escondidas", lamenta la presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, Ángeles Pedraza, que recuerda la dureza de los "años de plomo", con atentados mortales prácticamente todas las semanas.

1980 fue especialmente sangriento, con 98 asesinatos, una escalada terrorista que se mantuvo con altibajos durante la siguiente década hasta 1991, en el que la banda segó la vida de 45 personas.

Desde entonces, las estadísticas del terror presentan una línea descendente, con tres años en blanco -1999, 2004 y 2005-, seguidos de una época muy dura para la banda, con detenciones sucesivas y una actividad terrorista en declive, aunque con capacidad para causar "mucho dolor", como no se cansa de repetir el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.

El periodista Marcos García Rey, coautor junto a Florencio Domínguez y Rogelio Alonso del libro 'Vidas Rotas', asegura que no existe un perfil de la víctima de ETA, ya que la banda, a lo largo de su cruenta historia, ha asesinado a personas de toda edad y condición. "En la medida en que ETA comenzó en los años ochenta a cometer atentados indiscriminados, el patrón de la víctima es bastante heterogéneo", destaca García Rey, que menciona que con los atentados con coche-bomba "cualquier persona puede caer".

Buena prueba de que todos los ciudadanos son víctimas potenciales de la banda es que un 42% de los asesinados -361 personas- eran civiles. Según las estadísticas recogidas en el mencionado libro, el segundo colectivo más golpeado por ETA es el de guardias civiles, con 209 muertos -el 23% del total-, seguido de la Policía Nacional, con 149 asesinados y los miembros de las Fuerzas Armadas, con 82 fallecidos.

ETA tampoco ha dudado en colocar coches-bomba en cuarteles repletos de niños o en lugares transitados, provocando la muerte de civiles que simplemente pasaban por allí. Así ocurrió en el atentado de Hipercor de 1987 -21 muertos- y en el de la casa-cuartel de Zaragoza, con once fallecidos, en 1987.

No en vano, 21 de los casi 900 asesinados eran menores, como por ejemplo su primera víctima, Begoña Urroz, un bebé de 22 meses que murió abrasado tras la explosión de una bomba.

Precisamente, la futura ley integral de víctimas del terrorismo, pactada esta semana por todos los grupos parlamentarios, fija ese año de 1960 como el arranque para el cobro de indemnizaciones por atentados, que tendrá además efectos retroactivos.