A VENEZUELA

España exigirá una respuesta contra ETA

De Arístegui exige al ministro que llame a consultas al embajador venezolano para aclarar "el triángulo diabólico" que forman la banda terrorista, "las FARC y el régimen de Chávez".

Moratinos, ayer en su intervención en la sesión de control al Gobierno en el Congreso.
España exigirá una respuesta contra ETA
EMILIO NARANJO/EFE

España exigirá a las autoridades de Venezuela "un comportamiento y una respuesta definitivas" para terminar con la infraestructura y los terroristas que ETA pueda tener en ese país caribeño. Así lo aseguró ayer en el pleno del Congreso el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, quien rechazó las acusaciones del PP, que considera que el Gobierno no hace lo suficiente para apoyar a los jueces españoles y que siempre "se pliega" ante los desplantes del "régimen de deriva totalitaria" de Hugo Chávez.


El titular de Exteriores recordó que Venezuela, a petición del Ejecutivo, ya ha iniciado una investigación judicial para determinar si el funcionario del Ministerio de Agricultura suramericano Arturo Cubillas, acusado por la Audiencia Nacional de trabajar a las órdenes de ETA y de organizar en el país entrenamientos para sus comandos, sigue vinculado a la banda y dirige en ese territorio una infraestructura de apoyo a los terroristas.


El ministro indicó desde la tribuna que los jueces y fiscales españoles, que han pedido a Venezuela la detención y extradición a España de Cubillas y de otra serie de presuntos etarras residentes en este país, tienen el "pleno apoyo" del Gobierno, que, al igual que ha logrado con Francia y Portugal, terminará por lograr la colaboración del Ejecutivo de Chávez en la lucha contra el terrorismo.


Debate con De Arístegui


"Utilizaremos todos los mecanismos políticos, diplomáticos, judiciales y policiales para derrotar a ETA y hacerles volver de Venezuela", concluyó, no sin antes advertir al portavoz popular de Asuntos Exteriores, Gustavo de Arístegui, de que con sus demandas de aumento de la "tensión diplomática" o de "ruptura de relaciones" pueden lograr réditos electorales, pero "debilitan" la posición del Gobierno y los intereses de España.


Arístegui exigió al ministro que llame a consultas al embajador venezolano para que aclare "la connivencia y el triángulo diabólico que forman ETA, las FARC y el régimen de Chávez" y reclamó "mayor firmeza en defensa de la memoria de las casi mil víctimas de la banda y contra la cooperación repugnante de este país con una banda de asesinos sanguinarios".


Los populares no se creen que el Gobierno venezolano desconozca la vinculación de Cubillas y los demás imputados con ETA y entienden que el plante de la bandera venezolana en el desfile de la Fiesta Nacional ya es "la guinda del pastel" de la falta de respeto a España. Este plante, justificado por la embajada venezolana en Madrid por "la indisposición" del abanderado, no ha sentado bien en el Ejecutivo español. La ministra de Defensa, Carme Chacón, lo exteriorizó ayer sin disimulo cuando comentó que la ausencia "se califica por sí sola".