El Tribunal del País Vasco fija el juicio a Ibarretxe dos meses antes de las elecciones autonómicas

El lendakari Juan José Ibarretxe, los dirigentes socialistas Patxi López y Rodolfo Ares, y los miembros de Batasuna Arnaldo Otegi, Rufi Etxeberria, Pernando Barrena, Juan José Petrikorena y Olatz Dañobeiti serán juzgados el 8 de enero por las reuniones que celebraron durante la fallida tregua de ETA. Mientras los representantes de la formación ilegalizada afrontan acusaciones de un delito de desobediencia por burlar el auto judicial que prohibió sus actividades, el lendakari y los miembros del PSE lo serán por cooperación en el delito.

El juicio tendrá lugar a dos meses de las elecciones autonómicas vascas, con la particularidad de que se sentarán en el banquillo dos aspirantes a la jefatura del Ejecutivo de Vitoria, Ibarretxe, por el PNV, y López, por el PSE. Entre los testigos aceptados por el tribunal, figuran el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el ex presidente José María Aznar y el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que entregarán su declaración por escrito en consideración al cargo que ocupan.

El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco hizo pública la fecha de la vista oral para juzgar las dos reuniones mantenidas por el lendakari y los líderes de Batasuna el palacio de Ajuria Enea el 19 de abril de 2006 y el 22 de enero de 2007, y la que celebraron los líderes del PSE y los de la formación ilegalizada el 8 de julio de 2006 en un hotel de San Sebastián. Los encuentros tuvieron lugar en pleno proceso de paz tras el alto el fuego declarado por ETA, y estuvo enmarcado por sus participantes en los pasos necesarios para logar el fin definitivo de la violencia y la resolución del denominado "conflicto vasco".

El Foro de Ermua, que se presenta como acusación popular, solicita dos años y nueve meses de cárcel para Ibarretxe, nueve meses para López y Ares, y entre uno y cuatro años para los integrantes de Batasuna, además de penas de inhabilitación. Por su parte, Dignidad y Justicia, también acusación popular, reclama entre uno y tres años de cárcel para todos los procesados.

El juicio se celebrará sin acusación, ni particular ni pública, y con la paradoja de que la Fiscalía no sólo no ha presentado cargos sino que incluso ha solicitado la libre absolución de los encausados por no apreciar delito en sus actuaciones.

El tribunal que juzgará el 'caso Ibarretxe' aceptó casi todas las demandas de testigos de las partes. Así, a petición de la defensa de Ibarretxe declararán el presidente del Gobierno, su antecesor, José María Aznar, y el actual ministro del Interior. Los tres podrán hacerlo por escrito sin pasar por sala de juicios.

También están citados el consejero de Vivienda y líder de EB, Javier Madrazo, y la presidenta del Parlamento vasco, Izaskun Bilbao, quienes podrían declarar en sus despachos oficiales. La defensa de Batasuna consiguió que se acepte el testimonio del sacerdote norirlandés Alec Reid, experto en mediaciones de conflictos.

El tribunal tan sólo rechazó la petición del Foro de Ermua para que se aporten al juicio las actas sobre la reuniones entre Batasuna y el PSOE del centro suizo para el Diálogo Humanitario, y la solicitud del partido ilegalizado para que no se admitiera la declaración de funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil.

Elecciones

El proceso ha sido fijado a menos de dos meses de la celebración de las elecciones autonómicas vascas, previstas para la primera quincena de marzo lo que ha levantado suspicacias sobra la idoneidad de la fecha fijada. Fuentes próximas a PSE y PP temen que el nacionalismo utilice la vista oral para incidir en su "estrategia victimista" de forma que el juicio pueda "beneficiar" al lendakari y perjudicar al resto justo en el momento en el que las encuestas "apuntan a una posibilidad cierta de cambio en Euskadi" en beneficio de los socialistas y en detrimento de los nacionalistas.

Un destacado dirigentes del PNV recordó que "si algo queda fuera de nuestro control es la justicia" por lo que instó a populares y socialistas a "tranquilizarse". "Ver por primera vez a un lendakari en el banquillo de los acusados no es trago de gusto y sólo falta que se nos coloque a nosotros, víctimas de un proceso injusto, con beneficiarios en una causa que no hemos deseado", señalaron fuentes del PNV.

Patxi López se mostró aliviado por la fijación del juicio y declaró que tiene ganas "de que pase cuanto antes" una vista que afrontará "con total normalidad y tranquilidad, y con la confianza de que no hubo nada punible en nuestro comportamiento". El líder del PSE confió en que el caso no tenga "ningún tipo de relevancia" en las elecciones autonómicas más allá de ver "en el banquillo" a dos candidatos a lendakari. Sostuvo, además, que si se dieran "las mismas circunstancias" que rodearon a su entrevista con los dirigentes de Batasuna volvería a repetir su actuación.

El lendakari acudirá con "la conciencia tranquila" convencido de que la vista oral será "la parte final de un despropósito" dado que se le sentará en banquillo por "hablar" con Batasuna cuando "la misma justicia", el Tribunal Supremo, dejó claro en su momento que las reuniones del Gobierno español con el partido ilegalizado "e incluso con ETA no suponían delito alguno".