El PSC facilita la investidura de Artur Mas

"No me siento un salvador, sino solo un simple servidor. Espero ser útil, honesto, leal y un servidor enamorado de su país". Artur Mas fue investido ayer como nuevo presidente de la Generalitat catalana, el quinto desde la recuperación de la democracia y el 129 de toda la historia. En sus primeras palabras como 'molt honorable president', el líder nacionalista se comprometió a "dejar un buen legado", con un "pueblo orgulloso de su país, de su nación y de su patria". "Espero que Cataluña gane cuotas de libertad, autogobierno, autoestima, credibilidad y respeto", afirmó nada más conocer la votación que le proclamaba como jefe del Gobierno catalán.

Mas, que tomará posesión del cargo el lunes que viene en el Palau de la Generalitat, recordó que vienen tiempos complicados y pidió la colaboración al resto de las fuerzas del 'Parlament'. "Las dificultades serán enormes y hacen falta esfuerzos, tenemos que hacer piña", expresó.

Aunque el PSC, con su abstención, facilitó la investidura de Mas, tanto CiU como los socialistas dejaron claro desde el primer momento que no han suscrito un pacto de legislatura. "El futuro 'Govern' deberá buscar acuerdos permanentes con el resto de partidos", señaló Mas.

En cambio, el PP y ERC, que también querían ser decisivos para la elección de Artur Mas, desconfiaron de las palabras de socialistas y convergentes y consideraron que el acuerdo que suscribieron por escrito ambas formaciones va más allá de una alianza para garantizar la "continuidad institucional".

Mas logró imponerse en la segunda vuelta con 62 votos a favor (de CiU), 28 abstenciones (del PSC) y 45 noes (ERC; ICV, SI y C's). No se puede hablar de 'sociovergencia', pero el acuerdo rubricado entre las dos principales fuerzas del 'Parlament' es de calado y su duración puede extenderse a los próximos cuatro años. Entre otros aspectos, socialistas y convergentes acordaron celebrar una cumbre anticrisis, mantener el modelo sanitario y educativo, asegurar la presencia del PSC en las reuniones de las comisiones mixtas que celebra el Gobierno de Cataluña con el central, así como impulsar la puesta en marcha del área metropolitana de Barcelona y una nueva ley electoral.

En un principio, los socialistas son los aliados preferentes, si bien la intención de Mas es practicar una política puntual de acuerdos. Así, por ejemplo, en aspectos como la supresión del impuesto de sociedades u otras medidas económicas tendrá más fácil el apoyo del PP, mientras que a la hora de definir el nuevo pacto fiscal (el gran objetivo de la legislatura, junto con la lucha contra el paro) buscará la complicidad de ERC, PSC o ICV. Mas augura una legislatura serena y promete afrontarla con humildad.

Gratitud a sus predecesores

Por ello, su primer sentimiento nada más ser investido (tras pasar siete años en la oposición e intentarlo por tercera elección consecutiva) fue el de "agradecimiento" a los anteriores presidentes: a Pujol, por elegirle como sucesor; a Maragall, por impulsar el 'Estatut'; y a Montilla, por su actitud "altamente institucional".

Por su parte, el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, dijo que el apoyo del PSC a la investidura de Mas sin duda va a facilitar las relaciones de CiU con el Gobierno en Madrid, por lo que es "una buena noticia". Y el secretario general del PSOE y presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, alabó la "gran responsabilidad" demostrada por el PSC con su abstención en momentos de "dificultad".

La presidenta del 'Parlament', Núria de Gispert, celebrará hoy una audiencia con el rey Juan Carlos para comunicarle la elección del nuevo 'president'. Posteriormente, el jefe del Estado firmará el decreto de nombramiento, que será publicado el lunes en el BOE y el 'Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya'.