ETA

El mito del 'número uno'

ETA está dirigida de manera colegiada por una ejecutiva integrada por responsables con el mismo rango jerárquico.

ETA es una organización dirigida de manera colegiada por un comité ejecutivo en el que se encuentran representados con el mismo rango jerárquico los responsables de sus principales aparatos. Hablar de 'número uno', además de manido recurso periodístico, es una socorrida arma propagandística blandida por los sucesivos gobiernos para realzar operaciones policiales que, como la practicada en Burdeos, son de por sí importantes. No resulta descabellado pronosticar que las autoridades españoles también habrían alardeado de la captura del 'número uno' de ETA si el detenido, en lugar de López Peña, hubiese sido Josu Ternera o Txeroki, otros dirigentes afectados por el mito caudillista.


Como organización de inspiración marxista-leninista, ideología de la que nunca ha renegado, ETA se rige por los principios del centralismo democrático que vertebra de forma piramidal el proceso de toma de decisiones. En la cúspide figura el comité ejecutivo, de nominado Zuba (acrónimo de Zuzendaritza Batzordea), del que forman parte en su composición extensiva los responsables de todos los aparatos, en número impar para evitar empates en las votaciones en caso de ausencia de consenso.


Una vez zanjado el debate, se cierran filas. Las sensibilidades minoritarias se pliegan a la ley de la mayoría y asumen la decisión adoptada con la disciplina propia de una formación paramilitar.


La cúpula también dispone de una versión restringida más operativa que, bajo la denominación de Zuba Dinamika, agrupa a los jefes de los principales entramados: político, militar, logístico, financiero y reserva. En algunas etapas la composición se ha limitado a una 'troika' formada por los cabecillas de los tres primeros aparatos citados. Fue el caso del 'colectivo Artapalo', desmantelado en plena reunión plenaria el 29 de marzo de 1992 en Bidart (País Vasco francés). Estaba formado por Pakito (jefe militar), Txelis (político) y Fiti (logístico), los dos primeros expulsados luego por disidencia pública desde la cárcel.


De los cinco jerarcas que componían el comité ejecutivo a comienzos de 2004, sólo permanece en libertad Josu Ternera, pues los otros cuatro ya han sido detenidos: Antza, Anboto, Esparza y Eskizabel. La acumulación de nombres destacados en el colectivo de presos, por el ritmo vertiginoso de caídas en las altas instancias, ha dado pie a la creación de una 'ejecutiva a la sombra'. Bautizada Zuba Hitu, integra a los ex jefes de aparatos que se mantienen fieles a los dogmas de la lucha armada en las cárceles. Funciona como un órgano asesor al que la dirección en la clandestinidad consulta todas las decisiones importantes de orden estratégico.

Incluso presos


En un escrito dirigido a Ainhoa Mujika e interceptado en la cárcel de Fresnes, Zuba comunicaba en marzo de 2003 a la ex jefa del 'aparato militar' que no había dejado de formar parte de la comisión ejecutiva "a pesar de haber caído en manos del enemigo". Por eso le notificaba que debería continuar "su habitual contribución a la organización", calificada de "especial y responsable". El mensaje, mecanografiado en euskera, puntualizaba que, aunque "los miembros secuestrados de la comisión de dirección no formarán un grupo", tendrán el cometido de realizar un trabajo específico en común con el único límite de "no quebrantar las normas de seguridad".


Una memoria electrónica descubierta tras la detención en octubre de 2004 de Antza y Anboto permitió descubrir que Zuba Hitu estaba compuesto en aquella fecha por catorce presos que habían desempeñado en su día responsabilidades en diferentes aparatos: 'Kantauri', Olarra Guridi, Mujika Goñi, Oiartzabal Txapartegi, 'Iñaki de Rentería', Goikoetxea Barandiaran, 'Txapote', 'Pototo', 'Pitxas', Jon Rubenach, Palacios Aldai, 'Susper', Esparza Luri y López de Bergara. La consulta previa al 'consejo de sabios' ralentiza la toma de decisiones cruciales y revela de paso la permeabilidad en las comunicaciones de las prisiones francesas.


La ejecutiva también somete a los reclusos, no sólo a los ex jefes, cuestiones no estratégicas como los informes de actividad o las medidas disciplinarias de particular relevancia. En marzo de 2005 en el penal de Fresnes cayó al suelo un preservativo en el cacheo a una interna tras entrevistarse en los locutorios con su abogada. En el interior se halló un sondeo de Zuba entre los "camaradas secuestrados" acerca de las sanciones que convendría tomar contra el grupo disidente de Pakito, finalmente expulsado por postular desde la cárcel el abandono de la lucha armada en favor de la lucha institucional y de masas.


Según expertos antiterroristas franceses, la ejecutiva de ETA generalmente está liderada por el jefe del 'aparato político'. En su formación restringida, se reúne todos los meses en sesiones de las que se levanta acta con los temas abordados y los proyectos venideros. Los demás entramados y sub-aparatos también suelen respetar esa periodicidad mensual en sus sesiones de trabajo. La reunión sectorial del aparato político correspondiente a mayo de 2008 concluyó bruscamente la noche del martes en Burdeos con la irrupción inopinada de la policía.