DELINCUENCIA

El jefe de la mafia georgiana logró huir gracias a la falta de colaboración de Grecia

La policía investiga si el grupo criminal organizado pretendía trasladar su centro operativo de Barcelona a Bilbao.

En dos horas, entre las seis y las ocho de la mañana del lunes, autoridades judiciales y policiales de seis países europeos lograron cumplir buena parte de los objetivos de la Operación Java contra la mafia georgiana. Sin embargo, dejaron un importante cabo suelto: la detención de su jefe, Lasha Shushanasvili, que se escapó de la redada que ha permitido la detención hasta el momento de 80 de sus hombres, 24 de ellos en España.

 

El cabecilla se encontraba de paso en un hotel de Grecia y tras conocer el golpe policial puso pies en polvorosa. Las autoridades españolas, que han coordinado el operativo en todo el continente, afirmaron ayer que la falta de cooperación de la justicia griega pudo facilitar su huida. No obstante, la Fiscalía Anticorrupción y las policías de los países que participaron en la intervención describieron las detenciones con una frase muy gráfica: "Se les ha zumbado a base de bien".

 

Lasha Shushanasvili y su hermano Kakhaber, detenido por los Mossos d'Esquadra en Barcelona, comandaban este clan mafioso que había extendido sus tentáculos por toda Europa a base de robos en joyerías de lujo, extorsión, falsificación de tarjetas y posiblemente tráfico de droga y armas, según la investigación. Además de España, la red había extendido sus tentáculos en Austria, Alemania, Suiza, Italia, Francia, Irlanda, Holanda y Turquía.

 

Según fuentes de la investigación, el clan de Shushanasvili tenía previsto trasladar la caja europea de Barcelona a Bilbao y nombrar un nuevo contable, que podría ser el subordinado detenido por la Ertzaintza en Guecho (Vizcaya). Esta certeza proviene de una importante transferencia de dinero que la red habría realizado a esa caja común y que fue descubierta durante las pesquisas policiales previas que han durado más de un año.