El fiscal de la Audiencia Nacional Carlos Bautista elevó este jueves a definitiva su petición de 105 años de cárcel para el histórico dirigente de los GRAPO Fernando Silva Sande al que acusó de participar en el ataque a un furgón blindado de Prosegur en 1993 en Zaragoza, que se saldó con la muerte del conductor del vehículo.

Concretamente, el representante del Ministerio Público le considera autor de un delito de robo por homicidio, dos delitos de asesinato en grado de tentativa, dos delitos de lesiones y un delito de tenencia de explosivos. El ataque produjo además heridas a otros dos trabajadores y dos viandantes y en la acción resultaron también muertos tres miembros de la organización terrorista.

Por estas razones, Bautista solicitó también una indemnización de 750.000 euros para uno de los vigilantes heridos, que quedó en estado vegetativo, otra de 150.000 euros para el segundo vigilante lesionado y 240.000 euros para la familia del fallecido. Por su parte, el abogado de la acusación popular, Juan Carlos Rodríguez Segura, solicitó los mismos años de cárcel para el acusado, pero defendió aumentar la indemnización a un millón y medio de euros para el vigilante herido grave.

La Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional reanudó el juicio contra Silva Sande, que comenzó el pasado 8 de enero y quedó aplazado ante la incomparecencia en la vista oral de cuatro testigos clave, los únicos que reconocieron al terrorista como uno de los atacantes del furgón.

El fiscal Carlos Bautista y el representante de la acusación popular pidieron en la primera jornada del juicio al presidente del tribunal, ngel Hurtado, el aplazamiento de la vista hasta que se localizara y se citara debidamente a estas cuatro personas. Este jueves prestaron declaración tan sólo dos de los testigos y uno de ellos reconoció personalmente a Silva Sande en la sala.

Tres terroristas fallecidos

Bautista consideró probado que Silva Sande integraba el grupo de atacantes del vehículo junto con el ya condenado por estos hechos Enrique Cuadra Echandía y los terroristas fallecidos Isabel Santamaría del Pino, Pedro Luis Cuadrado y Valentín Benito.

Durante la vista, el acusado negó su participación en los hechos y aseguró que no se encontraba en Zaragoza en el momento en que se produjo el ataque. Indicó que después de su fuga de prisión en 1992 huyó a Francia y no regresó a España en ningún momento hasta su detención en 2000.

Diez días más tarde del ataque Silva Sande perdió el dinero sustraído --más de 400.000 euros-- en un enfrentamiento con la policía sucedido en la estación del Norte de Barcelona, junto con un revolver y una pistola, un temporizador y material explosivo.