PAÍS VASCO

El Gobierno ignora a Ibarretxe

El Gobierno optó por un prudente, y elocuente, silencio ante las duras acusaciones de Juan José Ibarretxe en el Parlamento vasco. La vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, en contra de lo que suele ser habitual, ni mencionó el asunto en su comparecencia tras la reunión del Consejo de Ministros y ningún ministro valoró las manifestaciones del lendakari.


El Ejecutivo cree que lo que tenía que hacer, recurrir ante el Tribunal Constitucional, ya lo ha hecho, y una vez que la corte atendió sus argumentos no tiene nada más que decir. Sólo un movimiento del Ejecutivo vasco ante los organismos europeos haría cambiar esta postura y obligaría al Gobierno a tomar nuevas medidas jurídicas. En lo político, afirman fuentes gubernamentales, la suerte está echada e Ibarretxe sólo tiene dos caminos: acatar la ley y desistir de sus aspiraciones soberanistas, o envolverse en la bandera del victimismo para lanzarse a la campaña electoral.


La Moncloa no quiere además enturbiar las buenas perspectivas de colaboración con el PNV para la aprobación de los Presupuestos de 2009. En momentos de escasez de colaboradores parlamentarios, el Gobierno busca preservar la sintonía con los nacionalistas vascos en el Congreso, fundamentales en estos momentos para sacar adelante el proyecto de cuentas del Estado para el próximo año. En este marco, agregan las fuentes consultadas, cualquier respuesta airada a Ibarretxe jugaría en contra del clima de concordia.


En el PSOE añaden un argumento más para explicar la discreción gubernamental. Arremeter contra el lendakari reforzaría sus opciones a volver a ser el candidato del PNV para las próximas elecciones, una decisión que aún no está tomada, cuando hay sectores dentro de ese partido, los posibilistas o pragmáticos, que verían con buenos ojos un relevo en la cabeza de lista, de acuerdo al análisis que hacen en el partido gubernamental.


Calificativos


El PP, en cambio, replicó con dureza al presidente del Gobierno vasco, merecedor de «todos los calificativos» por su obstinación en la consulta popular, en palabras de la secretaria general, Dolores Cospedal. La 'número dos' del partido opositor afirmó que «la deriva» de Ibarretxe «no hace más que perjudicar los derechos y el interés de los hombres y mujeres del País Vasco. Cospedal declaró tras reunirse en Toledo con el presidente castellano-manchego, José María Barreda, que el 'lehendakari' ha demostrado no ser un gobernante responsable «con su desafío a la Constitución, a las leyes del Estado y a la soberanía nacional contra las que tropieza cada día».


Sostuvo que la conducta del presidente del Ejecutivo de Vitoria le hace merecedor de «todos los calificativos menos los que corresponderían a un gobernante responsable que cuidara de los intereses del País Vasco». En la misma línea, la portavoz popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, exigió a Ibarretxe que «deje de marear la perdiz», cumpla la ley y trabaje para «solucionar los problemas» de los vascos.