TERRORISMO

Exigen a la izquierda abertzale alejarse de ETA

Habrá una condena explícita a la violencia de la banda en los estatutos del nuevo partido, que se presenta hoy.

Exigen a la izquierda abertzale alejarse de ETA
Exigen a la izquierda abertzale alejarse de ETA
JAVIER ETXEZARRETA/EFE

Gobierno y oposición tienen pocas cosas en común y una de ellas es que la izquierda abertzale si quiere volver a la legalidad y a las instituciones democráticas deberá acreditar durante «mucho tiempo» que se ha desmarcado de ETA para siempre. No valdrá un cambio de rumbo ocasional y una apuesta por las vías democráticas coyuntural y cuyo único fin sea presentarse a unas elecciones, en este caso las municipales del 22 de mayo. No, socialistas y populares quieren una prueba fehaciente de que la ruptura es irreversible. Eso o que los terroristas anuncien su desaparición, paso que aún no se atisba.


De todo se aprende, y así como en la tregua de 2006 a los socialistas les pudieron las ansias por alcanzar la paz y arriesgaron sin adoptar cautelas elementales, ahora no tienen prisa. ETA, sostienen los expertos antiterroristas, está en el peor momento operativo de los últimos años, y la izquierda abertzale dice que reniega de la violencia y solo acepta la lucha democrática. Pues que lo demuestre y no solo con unos papeles, afirmaron ayer al unísono socialistas y populares.


El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, señaló que es necesario que «la trayectoria, la realidad y el tiempo» acrediten que la ruptura de Batasuna con los terroristas tras «25 años de conexión» es sincera. La secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, compartió que la izquierda abertzale tendrá que «demostrar durante mucho tiempo» que quiere comportarse «como demócrata y que condena el terrorismo» antes de tener una oportunidad legal.


Ese será el test que tendrá que superar el entorno político de ETA después de que Interior deniegue la inscripción del nuevo partido que presentan hoy en Bilbao o que la Fiscalía General del Estado impugne su legalidad.


Socialistas y populares han cerrado filas para impedir que esa formación esté presente en las elecciones del 22 de mayo. Otra cosa será lo que pueda ocurrir en las generales de 2012 o en las autonómicas del País Vasco de 2013. Nadie se atreve a hacer pronósticos en ese terreno.


De momento, Batasuna, sostienen el Gobierno y el PP, no va a poder presentar listas para las municipales y deberá encajar ese revés sin dar marcha atrás al proyecto democrático que dice defender y, al mismo tiempo, ahondar el alejamiento de la organización terrorista.


El titular de la Presidencia aventuró ayer que es probable que los promotores del nuevo partido recurran a los tribunales el seguro rechazo, pero ese intento estaría condenado al fracaso porque el mero hecho de que «sus estatutos digan» que condenan la violencia no va a cambiar la jurisprudencia existente ni la política antiterrorista. Además, está la decena de informes de las fuerzas de seguridad que constatan una línea de continuidad personal y política entre Batasuna y el nuevo partido.

El otro camino

Claro que cabe otro camino, admitió Jáuregui en la Ser, y es que ETA decida su «desaparición definitiva» y el final «irreversible y para siempre de la violencia». En ese escenario de ausencia del terrorismo, la legalización de una fuerza política heredera de Batasuna sería, a juicio del ministro de la Presidencia, «posible» siempre que cumpla los requisitos legales porque su actividad no estaría ligada a una violencia inexistente.


Pero si la izquierda abertzale opta por el «plan 'b'» de incluir a sus miembros en otras listas o en agrupaciones electorales independientes, el Gobierno, anunció Jáuregui, será «congruente» y ordenará a las fuerzas de seguridad «una persecución» para constatar ese camuflaje. Y de ser así, aseguró, esas candidaturas o agrupaciones serán «ilegalizadas como coalición heredera». El ministro aclaró que esa decisión se ajustaría a la legalidad al estar avalada por el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo.


Mientras, De Cospedal no entró en tantas disquisiciones jurídicas y políticas, y en un acto del PP en la localidad albaceteña de La Roda afirmó que su partido «lo tiene muy claro» y «no va a consentir de ninguna manera» que los herederos del partido ilegalizado se presenten a las elecciones municipales. Lo que tiene que ocurrir, añadió, es que ETA debe «disolverse, entregar las armas y pedir perdón a las víctimas».


Los estatutos del nuevo partido abertzale contendrán una condena explícita de la violencia de ETA, según informó ayer el diario 'Gara', buen conocedor de los entresijos políticos del entorno de los terroristas. La formación, cuya inscripción será solicitada el miércoles en el registro del Interior, «no acudirá a la ventanilla con ambigüedades al respecto sino con definiciones claras y que no eluden las alusiones a la sigla concreta de ETA», sostiene el rotativo afín a Batasuna. También anuncia que los «enunciados» recogidos en los estatutos serán «claros e inequívocos a favor de las vías exclusivamente políticas y democráticas».