TENSIÓN CON MARRUECOS

Diplomacia "seria" contra "ardor guerrero"

Moratinos, que dio por "totalmente superados" los incidentes en Melilla, visitará en septiembre a su homólogo en Rabat.

Varias monjas y un legionario caminan por el centro de Melilla, donde ha vuelto la normalidad.
Diplomacia "seria" contra "ardor guerrero"
J. ZAPATA/EFE

El Gobierno defendió ayer la estrategia del trabajo diplomático discreto y callado que ha desarrollado con Marruecos para solucionar conflictos como el de Melilla. El Ejecutivo cree que es una fórmula más eficaz que el "ardor guerrero" desplegado durante los ocho años del mandato de José María Aznar cuando tuvo que dirimir discrepancias con las autoridades de Rabat.


La vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega hizo esta contraposición tras dar por zanjado el "incidente" diplomático vivido entre España y Marruecos en las últimas semanas que tensionó la vida en la frontera melillense, donde los marroquíes denunciaron actuaciones "racistas" por parte de la Policía española y los melillenses se quejaron de las agresiones, insultos y vejaciones hacia las agentes femeninas de este cuerpo policial. Fernández de la Vega, al término del único Consejo de Ministros de agosto, aseguró ayer que "los acontecimientos de la frontera se han tratado, reconducido y aclarado", por lo que las relaciones con Marruecos son "más prósperas y fructíferas que nunca".


La número dos del Gabinete sostuvo que todo se ha resuelto gracias un trabajo diplomático "serio y riguroso" del Ejecutivo que "aclaró los malentendidos", una labor "muy alejada del ardor guerrero al que nos tenía acostumbrado el PP cuando gobernaba", en clara referencia a la operación bélica del Gobierno de José María Aznar sobre el islote Perejil y al largo período de hibernación de la relaciones bilaterales que le siguió.


"Hemos resuelto los problemas", los incidentes están "totalmente superados", coincidió el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, quien explicó en la Cadena Ser que el éxito se debe al trabajo, "mano a mano", que desde julio han realizado su departamento y el Ministerio del Interior con las autoridades marroquíes. De hecho, el fin de la tensión en la frontera, consecuencias de los intentos de agitadores marroquíes para boicotear la llegada de alimentos a los mercados de Melilla y la colocación de carteles vejatorios hacia la Policía, coincidió el miércoles con la entrevista en Rabat entre el director general de la Policía y Guardia Civil y la cúpula del Interior del país vecino.


Será Alfredo Pérez Rubalcaba el encargado de escenificar el fin de las fricciones el lunes próximo, en una reunión en la capital marroquí con su homólogo, proceso que se completará en los primeros días de septiembre con otra visita, pero en este caso de Moratinos.


La foto final de lo que De la Vega definió como unas relaciones bilaterales "muy sólidas", de "socios y amigos con intereses mutuos", la podrán escenificar, quizás este otoño, los monarcas de ambos países, que se verán posiblemente en Marruecos, aunque todavía faltan por fijar tanto la fecha del encuentro como el lugar.


Antes de que este encuentro se produzca, llegará a España el nuevo embajador de Marruecos, que por diferentes desacuerdos no había ocupado su puesto desde que su antecesor abandonase el cargo el invierno pasado.


"¿Por qué intervino el Rey?"

El PP considera que el Gobierno de Zapatero "siempre miente". El caso de Melilla, comentó el vicesecretario de Comunicación, Esteban González Pons, no es una excepción porque si no ha habido ningún conflicto con Marruecos, como aseguró el ministro de Asuntos Exteriores, "¿por qué ha intervenido el Rey?" El dirigente opositor se refería a la llamada que hizo don Juan Carlos a Mohamed VI con las primeras tensiones fronterizas y un día después de que el jefe del Estado se reuniera en su primera despacho veraniego con Rodríguez Zapatero.