FINANCIACIÓN AUTONÓMICA

El Gobierno catalán y CiU hacen frente común contra el modelo de financiación

A tres días del plazo establecido en el Estatuto de Cataluña para fijar las bases del nuevo sistema de financiación, la imposibilidad de lograr un acuerdo con el Ejecutivo es el único punto en el que hay consenso. El Gobierno catalán y CiU harán frente común contra el modelo propuesto por el vicepresidente económico, Pedro Solbes. El PSC y el primer partido de la oposición catalana han convocado un acto en Barcelona para mostrar su rechazo al proyecto el próximo 9 de agosto, fecha límite para lograr un acuerdo según la ley autonómica.


La división entre PSC y PSOE por la financiación autonómica fue interpretada por el PP como un indicio de la posibilidad de que se rompa el grupo socialista en el Congreso y de «que el PSOE deje de representar un proyecto nacional para defender cada uno sus intereses territoriales».


Para el vicesecretario de Comunicación del Partido Popular el debate sobre financiación autonómica puede hacer que el Gobierno se quede sin socios internos ni externos para aprobar los presupuestos de 2009 y eso sería «gravísimo» en la actual situación económica ya que «con presupuestos de 2008 prorrogados en 2009 la capacidad de Zapatero para dirigir España en crisis estaría seriamente en entredicho».


En esa misma línea González Pons instó al presidente a aclarar «en qué condiciones gobernará una España en crisis a partir de enero cuando no cuente con los apoyos suficientes para continuar», pero también le pidió que «no cambie financiación de ventaja para una comunidad autónoma, por respaldo a los presupuestos de la crisis».


Desde Ferranz las diferencias entre PSOE y PSC fueron minimizadas y la llamada fue al diálogo. En una comparecencia para recalcar las medidas económicas adoptadas por el Gobierno, Leire Pejín restó importancia a la rebeldía de los socialistas catalanes.


La secretaria de organización de los socialistas afirmó que en ningún momento se le ha pedido contención a José Montilla pues «lo que hace el Gobierno y el PSOE es dialogar con un presidente con el que mantienen una magnífica relación».


Para Pajin, las peticiones de catalanes, extremeños, valencianos o madrileños son comprensibles porque todos quieren las mejores condiciones para sus comunidades y es obligación de sus gobernantes luchar por ellas así como es deber del Ejecutivo abordar el debate de los presupuestos con la mayor transparencia.


«A través del diálogo y del debate -concluyó-llegaremos a un acuerdo sobre todo porque el que no es bueno es el modelo actual, que por cierto aprobó el PP».