El Gobierno y la Audiencia Nacional se pusieron ayer en contacto con las autoridades de Irlanda del Norte y con el departamento de la Interpol en Londres, respectivamente, para conocer los detalles que han rodeado la desaparición y el posible paradero del ex preso etarra Iñaki de Juana Chaos, quien desde el pasado 25 de marzo no se ha presentado como era su obligación en una comisaría de Belfast, donde residía, en virtud de las medidas cautelares impuestas por la Justicia norirlandesa.

De Juana se encontraba en libertad condicional desde su detención en noviembre de 2008 por una orden europea de arresto dictada por el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, quien le investiga por un presunto delito de enaltecimiento del terrorismo en una carta leída en su nombre al salir de prisión. La huida del ex preso etarra, autor material de 25 asesinatos en nombre de ETA, se produce después de que el juez norirlandés Thomas Burgess aceptará su extradición a España a principios de marzo. Una decisión que fue recurrida por los abogados de De Juana.

El juez Velasco se enteró de la fuga por la prensa y ayer, a instancias de la Fiscalía, dirigió un oficio a la Justicia norirlandesa para que le informe sobre la "situación" de De Juana y otro al servicio de Interpol en Londres para conocer su "paradero actual". Una búsqueda que ya ha comenzado el Equipo de Extradiciones del Servicio de Policía de Irlanda del Norte (PSNI), que ha distribuido en las comisarias información sobre el caso e hizo pesquisas para su localización en los lugares en los que ha vivido y en dos cafeterías en las que trabajaba a tiempo parcial antes de huir.

A su vez, la Audiencia Nacional mantiene vigente la orden internacional de busca y captura por si fuera localizado en algún país que cuente con convenio de extradición con España. En caso de que De Juana haya puesto pies en polvorosa a otro país lo habría hecho con un pasaporte falso, ya que en su momento el juez de Belfast le impuso la prohibición de salir del territorio británico.

El ex preso etarra estaba citado a finales de junio para resolver los flecos de su entrega a España y ahora, lo más inminente, es que la Justicia de aquel país dicte una orden de arresto. El próximo 14 de mayo en una vista las consecuencias que la supuesta fuga.

Como todo lo que concierne a De Juana es sinónimo de polémica, el asunto no tardó en saltar a la arena política.

Un "baldón" para el PP

El primero en salir a escena fue Mariano Rajoy, quien ayer amagó con volver a cuestionar la política antiterrorista del Gobierno, después de asegurar que episodios como el de De Juana o las puestas en libertad del ex dirigente etarra Iñaki de Rentería y del antiguo responsable del sindicato LAB Rafa Díez Usabiaga suponía un "baldón" en su apoyo al Ejecutivo.

Sobre el caso De Juana, el líder del PP reclamó al Gobierno la obligación de pedir responsabilidades a las autoridades de Irlanda del Norte, porque "su inacción" ha dado lugar a la fuga de "uno de los mayores criminales que ha existido en España en los últimos tiempos".

Poco después, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega respondió con dureza a las insinuaciones de Rajoy. Confió en que el PP no volviera "a caer en la tentación de cuestionar la política antiterrorista con fines partidistas" y dijo que esperaba a que no volviera a ocurrir "nunca más".

Desde León, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, mostró su deseo de que las declaraciones de Mariano Rajoy sean algo "coyuntural", al tiempo que argumentó que el Ejecutivo ha llevado a cabo una política antiterrorista "firme" y "extraordinariamente eficaz" tanto por el número de detenciones como por estar "consiguiendo debilitar organizativamente a ETA" y también sus apoyos.