DEFENSA

Protección a los atuneros en Somalia

La Operación Atalanta entra en una fase decisiva con la ofensiva para controlar las bases piratas.

Imagen de un secuestro en altamar
Protección a los atuneros en Somalia
EFE

El Ejército seguirá al pie del cañón en la lucha contra la piratería en aguas somalíes. Los navíos de la Armada continuarán dando protección a los atuneros españoles al menos hasta 2012, una vez que la Unión Europea apruebe hoy la ampliación del mandato de la Operación Atalanta, según el Ministerio de Defensa. La veintena de pesqueros que faenan en la zona mantendrán la seguridad privada abordo para prevenir secuestros como el del 'Alakrana'. Además, contarán con el respaldo de los medios navales y aéreos que reforzarán la misión militar a partir de septiembre.

La nueva fase de la Operación Atalanta será decisiva para devolver la seguridad marítima a una franja comercial estratégica. No solo porque el golfo de Adén, en el océano Índico, es el paso natural de los 16.000 mercantes que cada año circulan entre Asia y Europa, cuya carga supone un 20% del comercio mundial, sino para defender los intereses económicos españoles en la zona: el 40% de la demanda de la industria conservera nacional depende de los suministros de esta flota, que da empleo a cientos de marineros.

Por ello, la misión aeronaval de la UE estudia extender su radio de acción en aguas internacionales. En la actualidad controla un área similar al del Mediterráneo, pero dado el carácter expansivo de la piratería, con ataques registrados a más de 500 millas de la costa somalí, se pretende ampliar la operación hacia el este, más cerca de la India que de África.

Proteger a los vulnerables

Con ello se busca proteger a los buques del programa mundial de alimentos de la ONU y garantizar la seguridad de los barcos comerciales "más vulnerables", entre los que se encuentran los atuneros, según el mando central de operaciones, que dirige hasta hoy el británico Peter Hudson. Otro de los retos de Atalanta es conseguir que los navíos se registren en el sistema de vigilancia y no salgan del área delimitada por la misión.

En la actualidad los piratas tienen en su poder 17 barcos que permanecen amarrados en distintos puntos de la costa, a la altura de Haradere, a unos 400 kilómetros de la capital somalí, Mogadiscio. En ellos se encuentran 357 tripulantes secuestrados, entre los que se cuentan los 16 marineros del pesquero 'Sakoba', de armador gallego y bandera keniata, apresado en marzo y cuyo capitán es un portugués con nacionalidad española y residente en Vigo.

La decisión de ampliar la operación dos años más vendrá acompañada de un refuerzo de los medios navales para erradicar la piratería desde tierra. España aportará a Atalanta un buque de guerra y una patrullera de altura para vigilar los puertos desde los que salen los esquifes y buques nodriza que ponen en jaque la seguridad marítima mundial. También se mantendrá el avión de vigilancia P3-Orión.

En cualquier caso, no se desplegarán más militares de los inicialmente previstos (395) y se prevé que el coste de la misión se mantenga en torno a los cinco millones de euros mensuales, según el Ministerio de Defensa. Los medios se desplegarán en la siguiente rotación: desde el 1 de septiembre hasta el 20 de noviembre, coincidiendo con un previsible recrudecimiento de los ataques debido a la conclusión del periodo de monzones, lo que facilita el movimiento de los piratas.

A diferencia de la fragata 'Victoria', que navega ahora en el Índico, el buque de asalto anfibio 'Galicia' se considera más adecuado para vigilar los puertos que las fragatas, ya que no posee tantas capacidades de combate y sí, en cambio, medios suficientes para supervisar todo lo que sale de la costa. Para ello cuenta con cuatro helicópteros y otras tantas lanchas motoras que facilitan las intervenciones rápidas. Asimismo, el Ejército participa con 38 instructores en una misión en Uganda en la que tiene previsto formar a unos 2.000 policías somalíes que vigilarán los puertos piratas.

Iniciativa española

Fue España quien promovió entre el resto de países europeos que conforman la misión la necesidad de ejercer una mayor presión sobre las bases que utilizan los piratas. Desde marzo hasta principios de junio dos patrulleros de la operación, uno de ellos español, navegaron frente a la costa somalí con resultados notables: se apresaron 117 embarcaciones de gran tamaño, nodrizas y esquifes, que hicieron posible desarticular medio centenar de bandas armadas compuestas por unos 300 piratas.

El mando de operaciones de Atalanta, con sede en Northwood, al noroeste de Londres, comunicó la pasada semana que el número de ataques (no tienen que derivar en secuestro) se redujo de forma drástica, al pasar de una media de 15 al mes entre finales de 2008 y principios de 2009 a unos cuatro o cinco mensuales en la actualidad. Ello pese a que los responsables militares tienen datos que confirman que el número de somalíes que realizan actos de piratería se triplicó el pasado año, dado el lucro que obtienen con el pago de los secuestros.