PARTIDO POPULAR

Motivación del PP ante las municipales

Los populares calculan que el 10% de los votantes del Partido Socialista en las elecciones de 2008 apoyarán a Mariano Rajoy en las generales.

El presidente del PP, Mariano Rajoy, el pasado sábado en un mitin en Cáceres.
Motivación del PP ante las municipales
ESTEBAN MARTINENA/EFE

La dirección del PP teme que la euforia que reina entre los militantes del partido puede derivar en una desmovilización de parte del electorado en las elecciones locales y autonómicas de 2011. Como antídoto para atajar este riesgo, la secretaría de Acción Electoral de la formación que preside Mariano Rajoy ha distribuido un informe entre sus cuadros medios en el que se recuerda que los comicios municipales "se ganan por décimas". Un aviso para que nadie se duerma en los laureles ni se desmoralice por el hecho de que no habrá goleada en mayo pese al fuerte viento a favor que constatan las encuestas.


Así consta en un estudio elaborado por el sociólogo Pedro Arriola para la vicesecretaria general de Organización y Electoral del PP. En el documento se afirma a modo de arenga que el éxito en 2011 "dependerá del compromiso de todas y cada una de las organizaciones del parido" en esta recta final de la legislatura.


Arriola pone el acento en la singularidad especial que tienen las municipales. Una cita en la que tanto PP como PSOE ven como mengua su causal electoral en favor de los partidos minoritarios.


En unas elecciones generales las candidaturas de socialistas y populares suman más del 80% de los votos, mientras que en la batalla por las alcaldías apenas alcanzan el 70%. La cuota de los partidos locales se sitúa, por tanto, en torno a un 10% aproximadamente.


El comportamiento ciudadano, además, es muy distinto en unas convocatorias y otras. El PP apenas ganó las elecciones municipales de 1999 al PSOE por dos décimas y escasos 40.000 votos, y diez meses más tarde los populares arrasaron en las generales por dos millones de sufragios y diez puntos de diferencia. En los últimos comicios locales, los de 2007, el PP ganó por casi 200.000 votos, pero en las generales del año posterior, Zapatero aventajó en un millón de votos y cuatro puntos a Rajoy.


La dirección del PP exige a sus cuadros medios, según apuntó su líder el pasado viernes en un acto con presidentes provinciales en Segovia, preparar "con seriedad" las candidaturas y los programas electorales para lograr "una gran victoria" en las municipales que mantenga la línea ascendente lograda en 2009 en Galicia, País Vasco, elecciones europeas y, hace dos semanas en Cataluña.


Además de intentar contrarrestar y "minimizar" el peso de determinados partidos locales, la propuesta del departamento que dirige Mato pone el acento en otro factor que será determinante el 22 de mayo, el aumento de los ciudadanos extranjeros con derecho a voto en las municipales. La clave, en cualquier caso, radica en "movilizar al máximo a los nuestros", afirman fuentes de la dirección nacional del partido opositor.


Más ventaja que Aznar


El informe sociológico y electoral de Arriola mide asimismo el liderazgo de Rajoy. Si hoy se celebrasen elecciones generales, el presidente del PP lograría un triunfo más holgado que el que logró José María Aznar en 2000. La distancia con el PSOE no solo ha aumentado desde principios de 2010, cuando rozó el 5% sino que se ha consolidado en una franja de entre 15 y 18 puntos de diferencia, según los últimos sondeos publicados.


El sociólogo de la dirección del partido opositor fundamenta esta ola de aire popular que se desparrama por España en dos circunstancias: la caída libre del PSOE, pero también la capacidad del PP para atraer a nuevos votantes o a votantes desencantados con las políticas socialistas. De hecho, según diversas estimaciones que manejan en la dirección popular, el 10% de personas que votaron al PSOE en 2008 darían su apoyo a Rajoy. Esto supone más de un millón de nuevos votantes para el PP.


La crisis de Gobierno que acometió Zapatero en noviembre aparentó ser un punto de inflexión en el desmoronamiento socialista. En el PP se admite que la "operación de maquillaje de Zapatero" provocó una recuperación en las encuestas que, sin embargo, no se ha consolidado.