INMIGRACIÓN

Dos años esperando para saltar la valla de Ceuta

La pasada semana, el vallado del perímetro que separa la ciudad autónoma de Marruecos fue superada por cuatro jóvenes, naturales de Senegal y Guinea, que dejaron sus casas hace dos años para buscar un futuro mejor.

Desde el año 2008, ningún inmigrante había conseguido flanquear los seis metros de altura de la doble valla que recorre los 8,2 kilómetros de la frontera ceutí, que ha sido reforzada con concertinas que dificultan el acceso. Sin embargo, el pasado 5 de noviembre cuatro jóvenes, empujados por el objetivo de llegar a Europa para mandar dinero a sus familias, lograron saltar el vallado y convertirse en los primeros en más de dos años que acceden ilegalmente al territorio nacional sin utilizar la vía marítima.


Las historias de los cuatro jóvenes son idénticas. A las puertas del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta, donde ahora residen, Ibrahim, Bassirou, Mama Saliou y Diallo no tienen inconveniente en relatar sus vivencias. Los cuatro muestran los apósitos que todavía tienen en sus brazos y en sus piernas por las heridas sufridas al trepar por el doble vallado.


Su periplo migratorio se inició hace dos años cuando salieron de Senegal y Guinea, tras lo cual llegaron hasta Rabat por separado. En la capital de Marruecos se dedicaron a trabajar para ahorrar dinero y continuar con su periplo hasta las cercanías de Ceuta. Estos cuatro compañeros, que ahora dicen ser "hermanos" porque la experiencia les ha unido, abandonaron sus países para buscar un futuro mejor.


Ibrahim dejó Guinea Conakry al fallecer su padre, mientras que Mama Saliou, con solo 18 años, tuvo que abandonar Senegal siendo todavía menor para enviar dinero a su casa ante la falta de recursos económicos.


Los cuatro subsaharianos se aliaron para intentar entrar en Ceuta a bordo de balsas neumáticas, pero fueron detenidos por la Gendarmería de Marruecos. "Estuvimos un mes intentándolo sin éxito porque siempre nos detenían y nos devolvían a tierra", afirma Mama Saliou.


Solo con sus manos


Un día optaron por emprender el camino hacia la valla fronteriza con Ceuta, se ocultaron en el bosque y esperaron a la madrugada del día 5 de noviembre para intentar trepar por el vallado, solo con la ayuda de sus manos.


Según manifestó tras los hechos la Guardia Civil, el intento de los cuatro subsaharianos fue captada por las cámaras de seguridad, en cuya grabación se podía apreciar cómo superaban la primera valla trepando sobre la reja sin que pudiera atisbarse la presencia de ningún agente marroquí en los alrededores. Cuando las patrullas de guardia llegaron al lugar de los hechos, aproximadamente en el centro de los 8,2 kilómetros de longitud del perímetro, decidieron llevar a los indocumentados al clínico ceutí.


Los cuatro reconocen que tuvieron mucha suerte: "Trepamos, nos agarramos fuerte, pero fue muy complicado, afortunadamente íbamos con mucha ropa y logramos trepar por los alambres, aunque nos cortamos", apunta Ibrahim. En el vallado se dejaron trozos de camisas y jerseys y sufrieron cortes, pero lograron saltar el vallado. "Allí esperamos a la Guardia Civil, que nos recogió y nos llevó al hospital, donde fuimos atendidos de las heridas", dice Ibrahim.


Ahora, los cuatro viven en el CETI, pero esperan lograr los papeles necesarios para abandonar la ciudad y viajar hacia la península. Barcelona o Madrid son sus destinos preferidos, aunque por el momento deberán aguardar los trámites burocráticos.