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Dirigentes populares se movilizan para asegurarse un congreso pacífico del PP vasco

El desembarco de dirigentes de toda España en Bilbao marcará el congreso del PP vasco que, según todos los pronósticos, elegirá el próximo fin de semana a Antonio Basagoiti como sucesor de María San Gil al frente de la organización. Mariano Rajoy acudirá acompañado de la cúpula del partido -la secretaria general y los vicesecretarios-, pero también con otros pesos pesados como Alberto Ruiz-Gallardón y barones autonómicos de relieve, como Esperanza Aguirre y Francisco Camps. El PP confía así en que el desarrollo del cónclave sea más pacífico de lo que fue el de Cataluña, celebrado el pasado fin de semana bajo el signo de la división.


Rajoy no tiene noticias sobre los planes de San Gil, ni ha hablado con ella, por lo que desconoce si la presidenta saliente asistirá a la elección de su sucesor.


A pesar de la bronca interna que rodeó el congreso de los 'populares' catalanes, ni el comité de dirección ni el comité ejecutivo se dieron por enterados o debatieron sobre el asunto. El líder del PP, en la rueda de prensa posterior, se limitó a recordar que Alicia Sánchez-Camacho ganó en las votaciones a su adversaria interna, Montserrat Nebrera, "porque a los militantes les ha parecido oportuno y conveniente", aunque dijo que recibirá a la dirigente díscola. "Soy presidente del partido y recibo a todo el mundo -dijo-. Nunca me he negado a recibir a nadie".


Los 'populares' creen que Nebrera no cuenta con los apoyos que recibió en el congreso sino que fue destinataria del voto de castigo de los militantes enfadados con la dirección nacional e incluso de los seguidores de Daniel Sirera que criticaron su renuncia a encabezar una candidatura. El Comité Ejecutivo dio el visto bueno a la celebración de los cónclaves de Madrid, Andalucía y Cantabria, que tendrán lugar el próximo mes de septiembre.


Reforma electoral


Los congresos del partido le parecen cuestión menor a un Mariano Rajoy que tiene sus cinco sentidos centrados en la preparación de las elecciones gallegas, donde sabe que se juega buena parte de su futuro como líder del partido. Este lunes, dio un primer paso de cara a esos comicios al anunciar que el Grupo Popular pedirá la convocatoria de la Diputación Permanente del Congreso para proponer una reforma electoral que permita a los españoles residentes en el extranjero votar en urnas en las legaciones diplomáticas de los países en los que habitan.

Se trata de una antigua reforma pendiente, reclamada por 'populares' y socialistas, en la que está en juego el voto del Censo Español de Residentes Ausentes que, en el caso de Galicia, puede ser decisivo para el resultado de los comicios autonómicos y el signo del gobierno de la Xunta.


Al PP le urge la reforma porque cree que dispone de una importante bolsa de sufragios en el CERA y, como en su día le ocurrió al PSOE cuando gobernaban los 'populares', recela de la limpieza del procedimiento actual de voto por correo desde el extranjero.


Por eso, el Grupo Popular intentará separar esta iniciativa de la presentada por el PSOE para permitir el voto de los inmigrantes en las elecciones españolas. Tal y como se reflejó en el debate de este lunes en el Comité Ejecutivo, los 'populares' son partidarios de que los extranjeros con permiso de residencia en España puedan elegir y ser elegidos en elecciones municipales. Sin embargo, esperarán a que los socialistas detallen su iniciativa y expliquen en qué condiciones se aplicará este derecho.

 

Esta reforma puede enmarcarse en el acuerdo para una política de Estado sobre la inmigración que Rajoy se propone plantear al presidente del Gobierno. También quiere pactar los cambios para la reagrupación de inmigrantes.