TRIBUNALES

Del Valle, sobre las mujeres: «Me basta con que anden»

El acusado del asesinato de Mariluz aseguró una vez que había pasado días con una niña.

Una agente de la Policía Nacional declaró ayer que tanto la esposa de Santiago del Valle como su hermana le dijeron que el acusado del crimen de la niña Mariluz decía de las mujeres: «A mí me basta con que anden».


La agente, que tuvo bastante relación con Rosa del Valle los dos meses que transcurrieron desde la desaparición de la menor hasta su detención, aseguró que los dos hermanos «hablaban con mucha libertad de los gustos sexuales».


La tercera sesión del juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de Huelva contra los hermanos Del Valle permitió escuchar un nuevo testimonio que incide en el interés de Santiago por las menores. Un compañero de clase en un ciclo formativo de Gestión Administrativa -al que se apuntó tras ser expulsado del colegio de Mariluz- aseguró que el acusado se jactó en alguna ocasión de haber pasado un fin de semana con una niña, aunque sin precisar la edad ni el lugar.


Este testigo también señaló que tuvo conocimiento de que otra compañera del módulo -la mayoría de en torno a los 16 años- llegó a quejarse ante la tutora porque Del Valle la había molestado varias veces. Por estos motivos, en cuando los agentes tomaron declaración a los alumnos del centro a raíz de la desaparición de Mariluz, todos sospecharon «enseguida» de él, según reconoció.


Durante la sesión testificó también una prima de la niña fallecida, que acudió a casa de los Del Valle cuando llevaban cuatro horas buscándola. El acusado les dejó entrar en la casa («la más siniestra que he visto», aseguró), y les dijo que él «no se iba a comer ese marrón», en alusión a su posible responsabilidad en lo sucedido. Su esposa, Isabel García, profería mientras gritos en contra de los gitanos.

 

Un maletero muy limpio

Los familiares, que sospechaban de Del Valle, inspeccionaron el vehículo de los acusados junto a los agentes. Cuando abrieron el maletero les dio «la impresión» de que había sido lavado recientemente, porque aún «estaba húmedo». En su interior, como corroboró un policía, no había los útiles que suele haber en un portamaletas, ya que solo encontraron «dos cartones y gotas de agua». Según el agente, «estaba muy limpio» y «olía mucho a jabón».


Por su parte, la hermana de Isabel García relató que no mantenían relación desde que tanto ella como su marido fueron condenados por abusos sexuales a una de sus propias hijas.