TERRORISMO

Condenados cuatro agentes por torturar a etarras

La Audiencia de Guipúzcoa considera a los agentes responsables de maltratar a Igor Portu y Mattin Sarasola tras su detención.

Atentado de la T-4, el 30 de diciembre de 2006, que puso fin al alto el fuego anunciado en marzo.
ETA ha declarado once veces, desde 1981, el cese de sus acciones
J. S./AFP

La Audiencia de Guipúzcoa ha condenado por torturas a cuatro de los quince guardias civiles que fueron juzgados en San Sebastián por maltratar a Igor Portu y Mattin Sarasola, los etarras que volaron la T-4 de Barajas con una bomba que mató a dos ciudadanos ecuatorianos.


La sentencia, emitida ayer por la Sección Primera de la Audiencia guipuzcoana, condena a un cabo a penas que suman cuatro años y medio de cárcel y a ocho días de localización permanente, como responsable de dos delitos de torturas graves y un delito y una falta de lesiones. Asimismo, impone dos años y medio a otro de los agentes, y condena a dos años y ocho días de localización permanente a los dos restantes. El texto judicial también inhabilita profesionalmente al sargento por un periodo de dieciséis años, y por ocho a los otros tres condenados.


La resolución incluye además una indemnización de 18.000 euros para Portu y otra de 6.000 para Sarasola "por el daño físico y psíquico causado", de la que declara responsable civil subsidiaria a la Guardia Civil.


El escrito judicial, que, al igual que hizo la Fiscalía, solo considera autores de torturas a cuatro de los procesados -todos pertenecientes al Grupo de Acción Rápida (GAR)-, absuelve al resto de guardias acusados por ambos etarras.


Los hechos ocurrieron la mañana del 6 de enero de 2008, cuando los dos terroristas, pertenecientes al comando Elurra, fueron sorprendidos por un control de la Guardia Civil cuando regresaban a Arrasate (Guipúzcoa), tras haber recogido dos revólveres y munición de un zulo. La sentencia, de 91 páginas, explica que los terroristas fueron detenidos, esposados e introducidos en sendos todoterrenos del instituto armado, tras lo que los vehículos se dirigieron a una pista forestal en Aramaio (Álava).


Durante el trayecto, los acusados y otros, "cuya identidad no ha podido ser determinada", comenzaron a insultar y amenazar a los dos terroristas y "les comenzaron a golpear" con la mano y el puño en la cara y la cabeza. Una vez en la pista forestal, los procesados bajaron del coche a Sarasola, "le colocaron una pistola en la sien", le dijeron que le iban a hacer "como a Mikel Zabalza" (que apareció ahogado en el río Bidasoa), lo tiraron "cuesta abajo" y le propinaron patadas y puñetazos.


De vuelta al todoterreno, los agentes le dieron "algún puñetazo en la cara" y patadas en el costado derecho con "el único propósito de castigarle por su pertenencia a ETA". La sentencia concreta que el sargento encargado del operativo "no actuó, pudiendo hacerlo", para "impedir las agresiones".


Posteriormente, Igor Portu fue sacado del vehículo en el que se encontraba y trasladado junto a un río, donde recibió numerosos golpes, entre ellos un puñetazo "de gran intensidad" en las costillas, tras lo que "le introdujeron la cabeza en el agua" mientras "le preguntaban si era de ETA". Luego, "le subieron monte arriba" mientras volvían a agredirle y le decían que "tenían cinco días para hacer con él lo que quisieran".


Portu, ingresado en estado grave


A continuación, los etarras fueron conducidos al cuartel de Intxaurrondo, recorrido durante el que todavía recibieron "algún cachete", y sobre las 19.30 fueron llevados a Lesaka para presenciar los registros de sus domicilios.


A su regreso a San Sebastián, Sarasola fue reconocido por un forense y trasladado a Madrid, donde un nuevo forense le apreció diversas lesiones, mientras que Portu fue derivado al Hospital Donostia, donde fue ingresado en la UCI en estado grave. Ambos etarras presentaban numerosas lesiones, si bien la de mayor gravedad era una fractura costal que sufrió Portu y que le provocó un "hemoneumotórax" con colapso pulmonar y derrame pleural.