TERRORISMO

Condenado a 60 años de cárcel el grapo Silva Sande por el asesinato de dos guardias civiles

Fernando Silva Sande
Condenado a 60 años de cárcel el grapo Silva Sande por el asesinato de dos guardias civiles
EFE

La Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional condenó a 60 años de cárcel al miembro de los Grapo Fernando Silva Sande por el asesinato de dos guardias civiles en la Delegación de Hacienda de Gijón en 1989. El tribunal consideró probado que el terrorista, acompañado de Guillermo Vázquez Bautista, asesinaron con varios disparos a los agentes Isaac Rodríguez Ranilla y José María Sánchez Melero.


Silva Sande, acompañado de Vázquez y María Jesús Romero, residentes en Logroño, y la fallecida Isabel Santamaría del Pino se dirigieron el 28 de diciembre de 1989 al edificio de la Delegación de Hacienda de Gijón. El condenado portaba una pistola de calibre nueve milímetros parabelum y Vázquez, un revólver. Ambos se acercaron a la cabina de seguridad del edificio, en la que estaban los dos guardias civiles sentados junto a una mesa. Silva Sande efectuó varios disparos contra los agentes y su acompañante los remató en el suelo.


Rodríguez Ranilla murió en el acto y Sánchez Melero falleció en el hospital al que fue trasladado. Los Grapo asumieron la autoría del doble asesinato el 12 de enero de 1990 a través de una carta dirigida al clausurado diario 'Egin'. Silva Sande fue detenido en una calle de Madrid el 26 de octubre de ese mismo año, y su captura permitió la de Vázquez y María Jesús Romero, que también residían en Madrid. El primero, negó todo, tanto su participación en el atentado como su pertenencia a los Grapo en el momento del crimen; pero su compañero confesó los hechos. Las declaraciones de varios testigos también confirmaron su participación en los crímenes.


La Sección Primera de la Sala de lo Penal consideró que Silva Sande fue «el responsable directo» de los asesinatos y condenó al terrorista a 30 años de cárcel por cada uno de ellos, así como a pagar 100.000 euros a la viuda del guardia civil Sánchez Melero por las secuelas en su estado de salud a causa de la muerte de su marido, y otra cifra idéntica a la hija del matrimonio por igual motivo. Vázquez fue castigado con la misma pena de prisión en el proceso celebrado en julio de 1995, mientras que María Jesús Romero fue absuelta por falta de pruebas.