DEBATE DE INVESTIDURA

CiU araña de Zapatero la promesa de publicar las balanzas fiscales autonómicas en dos meses

Era una de las principales peticiones de CiU y el candidato a la Presidencia del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se comprometió a llevarla cabo, poniendo plazo para ello. Se trata de la publicación de las balanzas fiscales autonómicas, que el dirigente socialista prometió difundirlas "antes de dos meses". No obstante, advirtió de que este "compromiso de transparencia" no debe ser entendido "automáticamente" como un debate sobre la nueva financiación de las autonomías.


El portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, aludió durante sus intervenciones en el debate de investidura a asuntos de interés para Cataluña y confirmó que no respaldará la candidatura de Zapatero. En concreto, Duran se refirió a la "negligencia" del Gobierno en el desarrollo del Estatut como argumento para el voto, si bien estimó que los primeros pasos de la legislatura han sido "positivos" para un marco de diálogo.


Además, Duran trató en sus turnos asuntos como las exigencias económicas, la política de familia y educación o la sequía en Cataluña, problema respecto al cual Duran preguntó directamente a Zapatero qué piensa del trasvase del Ródano, en su opinión "ambientalmente sostenible". El dirigente de CiU instó al nuevo Ejecutivo central a "jugar bien sus cartas" para "pasar a la historia como el presidente que resolvió el problema del agua en Cataluña y en España".


En este asunto, Zapatero abogó por no usar la crisis de forma partidista. "No deberíamos tener una guerra por el agua, sino estar dispuestos todos a ganar la batalla contra la sequía y hacerlo colaborando y escuchando a los técnicos", agregó, dispuesto a "evaluar todas las soluciones", pero recalcando que el trasvase del Ródano tendría "una perspectiva a largo plazo".


La decepción de ERC


El portavoz de ERC, Joan Ridao, recalcó durante su intervención en el debate de investidura, la "decepción" de su formación política con el Gobierno socialista por aprobar un Estatuto catalán "recortado" y los errores cometidos en materia de infraestructuras. Por este motivo, la formación encara la legislatura con "enorme escepticismo".


Por su parte, Zapatero marcó distancias con los republicanos y les aclaró que no intenta 'recentralizar' el gasto social porque ya es de "todos".