APUESTA POR LA CELEBRACIÓN DE PRIMARIAS SI ZAPATERO SE VA

Carme Chacón pone al descubierto las fisuras incipientes dentro del PSOE

La ministra busca ahora desprenderse del barniz del PSC y dice que es cada vez «menos nacionalista».

El PSOE se acerca al momento de la batalla interna. La decisión de Carme Chacón de situarse en el foco del debate sucesorio ha servido para agitar un patio que José Luis Rodríguez Zapatero aspiraba a mantener en calma aún varios meses con el argumento de que «ahora, no toca».


Aún hay quien defiende que con la que está cayendo no es momento de mirarse el ombligo. «Los ciudadanos solo pueden pensar que nos estamos repartiendo las migajas», se queja un dirigente próximo al presidente. Aun así, basta rascar un poco para que incluso estos defensores de la paciencia admitan que es difícil sustraerse al debate cuando hay «gente» que quiere aprovechar la aparente tranquilidad de las aguas para «establecer posiciones de dominio».


Es entre quienes se rebelan contra ese dirigismo donde ha encontrado eco el paso al frente de la ministra de Defensa, y su advertencia de que, si Zapatero se va, será obligado celebrar primarias. O sea, que nada de designación automática de Alfredo Pérez Rubalcaba. Pero también están los que, como José Bono, asisten divertidos al espectáculo y quienes, como Alfonso Guerra, lo hacen con cierta indiferencia altiva.


El que fuera todopoderoso vicepresidente del Gobierno con Felipe González afirmó en TVE que, como dijo Chacón, España «está preparada para cualquier líder», pero que lo que «hace falta es que estén preparados los líderes». Dicho esto, también admitió: «Las nuevas generaciones tienen todo el derecho a tener su propia orientación y su propia estrategia que, a veces, no coincide con la estrategia que tenemos otros».


La ministra de Defensa sabe que no lo tiene fácil para ser elegible. Lo demostró ayer en el Congreso al arrancarse con un alegato antinacionalista cuando nadie lo esperaba, en mitad de un debate sobre la publicidad institucional de su departamento. «Hasta el fin de mis días seré catalana, y aunque es verdad que en el libro 'Identidades asesinas' Amin Maalouf dice que las identidades son cambiantes y mutan con el tiempo, si acaso en mi caso mutarán cada día más a ser menos nacionalista», soltó al sorprendido diputado de CiU que la había interpelado.