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Bono, un antídoto del nacionalismo

El PSOE ve en el ex ministro de Defensa al presidente del Congreso idóneo para poder reabrir en esta nueva legislatura algún puente con la oposición popular.

Nueva legislatura, nuevo presidente del Congreso y nuevo estilo. José Bono tendrá la primera oportunidad de mostrar con qué talante va a dirigir la Cámara Baja durante los próximos cuatro años en el debate de investidura de mañana. Su llegada a la cúspide del poder legislativo no dejó indiferente a nadie. Molestó a los nacionalistas, preocupó al PP y dividió las opiniones entre los socialistas. Nadie espera, sin embargo, que su conocido afán de protagonismo vaya a influir en el clima de la legislatura.


Dice no sentirse humillado por ser el presidente del Congreso con menos respaldo parlamentario de la democracia ni por ser el primero que es elegido sin mayoría absoluta. Sus colaboradores recuerdan que ha sido así por expresa decisión de José Luis Rodríguez Zapatero y de la dirección del PSOE, que no quisieron contraer hipotecas con nadie ni para elegir a la máxima autoridad de la Cámara ni para la investidura. La tercera autoridad del Estado asegura que no piensa cobrarse revanchas por su poco lucida elección o que ese hecho vaya a mediatizar su labor.

Rodríguez Zapatero volvió a demostrar con la elección de Bono que no da puntada sin hilo. El líder socialista quiere marcar distancias, que no romper, con el nacionalismo y acercarse al PP, una estrategia en la que el nuevo presidente del Congreso encaja como un guante y se mueve con comodidad. Ya ha anunciado que pretende rehacer los puentes de entendimiento con los populares que saltaron por los aires a partir de 2004; Rajoy ha dado algunos indicios, si bien leves, de que no va a desdeñar la política pactista que brilló por su ausencia en la anterior legislatura.


En ese terreno, Bono, pese a que su papel es institucional y no político en el sentido estricto de la palabra, puede ayudar a acercar posiciones, coinciden unos y otros.


¿Habrá 'estilo Bono' en el Congreso como lo hubo en la Junta de Castilla-La Mancha o en el Ministerio de Defensa? Sus colaboradores niegan la mayor: no existe, dicen, tal estilo, aunque tiene una forma de trabajar y una personalidad muy acusadas.


No piensan lo mismo los nacionalistas, que ven en el nuevo presidente de la Cámara la encarnación del españolismo más rancio. El portavoz del PNV, Josu Erkoreka, además de endosarle el calificativo de "cabestro", no olvida su mención al "listín telefónico" para "atizar" al nacionalismo periférico. Cree asimismo que será una personalidad "controvertida" en esta legislatura.


El representante de Esquerra Republicana, Joan Ridao, también augura disputas con el presidente del Congreso porque va a insistir en el uso de las lenguas cooficiales en la Cámara, aunque con una argumentación más jurídica, más sutil y alejada de la tosquedad dialéctica empleada por Joan Tardá en la pasada legislatura. Ridao, no obstante, se quedó de piedra cuando tras la elección de Bono, éste le comunicó que era "la primera persona con la que quería reunirse" para disipar equívocos.


El portavoz de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, sacó una impresión positiva del primer discurso del presidente del Congreso y su tono humilde. "Es un buen principio", comentó a los suyos, aunque tampoco quiso echar las campanas al vuelo porque ya llegarán los momentos en que deberá mostrar su verdadero rostro.


En el PP no quieren vaticinar si esta legislatura será más pacífica que la anterior, pero aplauden la "buena disposición" que Bono ha mostrado con los restantes miembros de la Mesa. "He encontrado a José Bono muy dispuesto a trabajar y colaborar para que de forma conjunta podamos mejorar el futuro de los españoles desde nuestro puesto en la Cámara", comenta Ana Pastor, vicepresidenta segunda del Congreso, quien precisa que "cada legislatura es un momento distinto y esta va a ser apasionante porque el Gobierno está en minoría y tiene enfrente al mayor grupo de la oposición que nunca ha habido".


Los socialistas no albergan ningún temor con el nuevo presidente. El secretario de Organización, José Blanco, está convencido de que Bono "será capaz de meterse a todos en el bolsillo" porque es una persona de "gran habilidad para las relaciones personales".