TRAS SU IMPUTACIÓN EN EL CASO GÜRTEL

Bárcenas cede ante Rajoy y presenta su dimisión

Luis Bárcenas
Bárcenas cede ante Rajoy y presenta su dimisión
EFE

Luis Bárcenas abandonó su cargo de tesorero del PP después de acordar con Mariano Rajoy las condiciones de su renuncia, que tendrá carácter transitorio hasta que la Justicia se pronuncie sobre la causa judicial que instruye el Tribunal Supremo y en la que se le acusa de cohecho y fraude fiscal por haber recibido, supuestamente, diversas cantidades de dinero del entramado corrupto del caso Gürtel. La renuncia llegó apenas unos días antes del plazo que se había marcado el presidente del PP -que pretendía irse de vacaciones con el asunto resuelto- pero antes de lo que había anunciado el propio Bárcenas, quien anunció que dimitiría cuando el juez solicitase su suplicatorio, algo que todavía no se ha producido aunque podría ser inminente.


El senador por Cantabria informó de su decisión a través de una nota oficial difundida por la oficina de comunicación de su partido y justificó su dimisión "por lealtad al PP y a su presidente, Mariano Rajoy". Además, explica que accedió a presentar la dimisión, a la que hasta ahora se había negado, porque ya ha podido defenderse de las acusaciones que pesan sobre él. En este sentido, señala que deja el cargo "una vez que se ha producido la circunstancia de haber podido prestar declaración voluntaria ante la Sala 2ª del Tribunal Supremo ante el Magistrado Instructor, y aportar pruebas que, a mi juicio, demuestran suficientemente mi inocencia en los hechos que, presuntamente se me imputan".


También afirma que la renuncia fue adoptada "de común acuerdo" con el presidente de la organización e indica que tendrá carácter transitorio "hasta que, definitivamente, quede acreditada mi inocencia ante los Tribunales de Justicia". De hecho, Rajoy no sustituirá a Bárcenas y no nombrará a un nuevo tesorero, según informa, a su vez, un comunicado oficial el PP.


Las funciones de la Tesorería seguirán bajo la responsabilidad de la secretaria General, Dolores Cospedal, y la gestión de la contabilidad de la organización continuará en manos del gerente, Cristóbal Páez, persona de la estricta confianzúltima reunión del Comité Ejecutivo antes de las vacaciones de verano. Ante la decisión adoptada por el senador, con la que da satisfacción a una demanda ampliamente reclamada en todos los ámbitos del partido, ambos acordaron una salida pacífica y el trámite mediante el cual el PP despidió a su veterano funcionario con palabras amables de reconocimiento a su prolongada labor en la casa durante 28 años.


El partido expresó su "respeto" por la decisión del tesorero, manifestó su "reconocimiento" a los servicios que ha prestado en la organización como "ejemplo de profesionalidad y buen hacer", al tiempo que declaró, una vez más, que "confía en su inocencia y en que así se demostrarán en los tribunales de Justicia".


A su vez, el PP secunda la decisión del tesorero y declara que "está inspirada, una vez más, en su lealtad hacia nuestra organización". Aunque se haya producido mucho más tarde de lo que sus compañeros de militancia hubieran deseado, la dimisión de Bárcenas ha sido bienvenida en las filas 'populares'.


El momento elegido no coincide ni con lo que le pidió el partido - que le reclama desde hace meses la renuncia- ni con el plazo que él mismo se había impuesto cuando anunció que renunciaría al cargo cuando el juez solicitara el suplicatorio para imputarle. "La dirección no ha cambiado de posición", informaron fuentes oficiales, "porque no hay ningún elemento nuevo".


De hecho, mientras Rajoy y Bárcenas acordaban los términos de la renuncia pacífica, Dolores Cospedal respondía a los periodistas, en rueda de prensa, a preguntas sobre el futuro del tesorero e insistía en los argumentos de siempre. "Vamos a esperar a las actuaciones judiciales", dijo y expresó su confianza en "la mayor rapidez posible de los procedimientos judiciales".


Fuentes de la dirección señalaron en los últimos días que el presidente del PP consideraba decisiva esta semana para que el futuro de Bárcenas quedara despejado antes del 31 de julio en la confianza de que el juez instructor de la causa, Francisco Monterde, tomará una decisión sobre el suplicatorio antes de irse de vacaciones. Sin que concluyera el plazo, el tesorero tiró la toalla y asumió la renuncia al cargo. Apenas unos minutos antes, ante el comité ejecutivo, Rajoy repetía a los suyos una letanía muchas veces repetida: "Sé lo que tengo que hacer y lo voy a hacer. Confiad en mí".