PRIVATIZACIÓN PARCIAL DE AENA

Baleares y Valencia reclaman el mismo trato que Madrid y Cataluña en la gestión aeroportuaria

Zapatero se compromete a que el archipiélago se incorpore a la gestión del aeropuerto de Palma en dos años

Baleares y la Comunidad Valenciana también quieren poder gestionar sus aeropuertos, tal y como lo harán Cataluña y Madrid después de el Consejo de Ministros aprobara la privatización del 30 por ciento de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA). Así lo reclamaron tanto el presidente balear, Francesc Antich, como el consejero de Infraestructuras y Transportes valenciano, Mario Flores. De momento, sólo Baleares ha obtenido el compromiso del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de que el Ejecutivo insular pueda participar en la gestión aeroportuaria dentro de dos años.


El Consejo de Ministros abrió la puerta a la privatización de AENA. Para ello, el Gobierno del PSOE tiene previsto crear una nueva sociedad para la gestión de los aeropuertos, que permitirá la participación de hasta el 30 por ciento al capital privado. Además, en los aeropuertos que tengan más de 30 millones de viajeros, que hoy por hoy son el de Madrid-Barajas y el de Barcelona-El Prat, se dará entrada a las comunidades autónomas.


Zapatero ya adelantó, tras reunirse con el Rey Don Juan Carlos en el mallorquín Palacio de Marivent, que la cogestión aeroportuaria llegaría a las Islas Baleares, aunque aseguró que el umbral "estimativo" de 30 millones de pasajeros -siete más de los que tiene el aeropuerto de Palma de Mallorca- establecido por el Ministerio de Fomento para la entrada de las comunidades autónomas en la cogestión aeroportuaria "se va a respetar".


Este sábado, durante su reunión con el presidente del Gobierno en el Consolat de Mar, el jefe del Ejecutivo autonómico balear, Francesc Antich, le trasladó a Zapatero que "no tolerará" que las islas queden "fuera" de la cogestión aeroportuaria. De hecho, Antich mostró su disconformidad con lo aprobado ayer en el Consejo de Ministros y advirtió que si Baleares queda al margen de este proceso, "se creará un motivo de controversia".


El presidente del Gobierno balear manifestó a Zapatero que "no aceptará de ninguna de las maneras" que se fije un límite de pasajeros para que Baleares pueda participar en la cogestión del aeropuerto de Palma de Mallorca ya que hay que tener en cuenta la "incidencia estratégica" de Son Sant Joan para las islas y para que sus ciudadanos tengan una "buena movilidad". "Baleares estará dentro de este proceso y no podemos estar pendientes de llegar a un umbral, ya que la necesidad estratégica del aeropuerto va más allá de esta situación", sentenció Antich.


También desde Valencia


"Nuestra principal actividad económica entra por el aeropuerto y, por tanto, su gestión es un tema estratégico para el futuro económico de las islas, que reciben 12 millones de turistas al año", culminó Antich. Del mismo modo, el consejero de Infraestructuras y Transportes de la Comunitat Valenciana, en un comunicado, lamentó que el Gobierno del PSOE "deja al margen aeropuertos tan importantes como L'Altet o Manises", y manifestó su desacuerdo con el tope de 30 millones de pasajeros.


En esta línea, reclamó que la Comunidad Valenciana pueda también participar de esa gestión porque, a su juicio, los aeropuertos valencianos son "estratégicos, prioritarios y necesarios para el desarrollo económico de la comunidad". A su juicio, el compromiso de Zapatero con Baleares "refuerza la reivindicación del Consell de recibir el mismo trato y poder participar de las decisiones que se tomen en el seno de los órganos aeroportuarios valencianos".


"Queremos estar en la gestión de esos aeropuertos porque de otra manera, es sólo el Gobierno central el que decide sobre cuáles deben ser las inversiones y las prioridades de un aeropuertos respecto a otro", resaltó Flores, que además lamentó "la indefinición que acompaña al anuncio realizado por el Gobierno central" porque "ni siquiera se especifica el peso de las comunidades autónomas en la gestión de sus respectivos aeropuertos". En este sentido, consideró que esta medida "no es del gusto de todos".