LA CITA ES EN MADRID, ESTA TARDE

Aznar, Aguirre y Mayor Oreja asistirán a la manifestación contra el aborto

"Una manifestación de la sociedad civil". Eso es lo que pretenden las 42 organizaciones de la plataforma "Cada vida importa" convocantes de la marcha que se celebrará mañana, sábado, contra la reforma de la ley del Aborto. Por eso, los promotores de la manifestación, que esperan una afluencia masiva de participantes, no buscaron la adhesión de partidos políticos.


Siguiendo ese criterio, la dirección del Partido Popular dejó vía libre para que, a título particular, acudieran a la marcha los dirigentes, militantes o simpatizantes que quisieran. Por su parte, la Conferencia Episcopal respaldó abiertamente la iniciativa y animó a sus fieles a participar en una manifestación de protesta que considera "legítima y conveniente".


La marcha contará con una nutrida participación de altos cargos y parlamentarios del PP, aunque su presidente, Mariano Rajoy, no acudirá por problemas de agenda. Sí han anunciado su presencia el ex presidente del Gobierno y presidente de honor del PP, José María Aznar, y su esposa, Ana Botella; la presidenta de la Comunidad de Madrid y del PP de esta región, Esperanza Aguirre, así como el eurodiputado y ex ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja.


Juntos a ellos desfilarán por las calles céntricas de Madrid cerca de una treintena de parlamentarios 'populares'. Así, entre los asistentes a la marcha también figurarán el vicepresidente tercero del Congreso, Jorge Fernández Díaz; el secretario tercero de la Mesa de la Cámara, Ignacio Gil Lázaro, y un largo número de diputados y senadores del PP.


En paralelo, las diócesis y otras instituciones religiosas --a través de sus páginas web, cartas pastorales, hojas diocesanas, folletos y carteles en las parroquias, vídeos, mesas redondas y charlas, además de en algunas misas han movilizado a sus fieles y se han volcado en la organización de la manifestación para que constituya un éxito. Aunque algunos relevantes obispos -como los cardenales de Madrid, Antonio María Rouco Varela, y el de Sevilla, Carlos Amigo- han anunciado que no asistirán a la manifestación, no se descarta la presencia de algún prelado en la misma. Y es que, como dejó entrever el portavoz del Episcopado, Juan Antonio Martínez Camino, algunos obispos podrían decidir acudir a la marcha a título personal, si bien apostilló que el protagonismo recaía en la sociedad civil.

600 autobuses, cuatro aviones


Los promotores de la concentración, que discurrirá desde la Puerta del Sol hasta la Puerta de Alcalá entre las cinco y las siete de la tarde, confían en que será un auténtico éxito. Y es que sus previsiones apuntan a que la marcha será secundada por más de un millón de personas. Los aspectos logísticos de la manifestación están ya cerrados. Decenas de miles de personas se desplazarán hasta la capital de España desde todas las CCAA y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla para participar en la marcha, según sus promotores.


Las organizaciones convocantes del acto han contratado 600 autobuses, que trasladarán a Madrid a más de 30.000 personas, si bien han subrayado que otros muchos miles de asistentes a la manifestación se desplazarán por su cuenta en otros autocares, por tren o por vía aérea. Así, hay un tren completo fletado desde Navarra y cuatro aviones dispuestos para desplazar a asistentes a la marcha desde los archipiélagos -tres desde Canarias y uno desde Baleares-.

La manifestación, de eminente carácter social, está organizada, entre otras muchas organizaciones, por el Foro Español de la Familia (FEF), La Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), La Confederación Católica de Padres de Alumnos (CONCAPA), la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), la Federación Española de Asociaciones Provida (FEAPV), la Federación Española de Familias Numerosas, Hazte Oír y Médicos por la Vida.


Para Benigno Blanco, presidente del FEF, esta manifestación "será la más relevante de la historia de la España democrática" y pondrá en marcha "la recuperación de la cultura de la vida en nuestro país", declaró a la cadena Cope.


La marcha irá encabezada por dos grandes pancartas: una, con el lema central "Cada vida importa", que será portada por los representantes de algunas de las organizaciones convocantes. A escasa distancia se situará una segunda cabecera, con el lema "Mujeres contra el aborto", que será portada por las periodistas Cristina López Schlichting, Isabel San Sebastián, Isabel Durán, María Pelayo y María López, todas ellas fundadoras de la plataforma del mismo nombre. Junto a ellas, caminarán con la pancarta la alcaldesa de Lizarza (Guipúzcoa), Regina Otaola; Minerva Piquero y Cuca García de Viuesa; la escritora María Vallejo-Nájera; la cantante María Ostiz y la presidenta de Red Madre, Esperanza Puente, entre otras féminas.

Intervenciones

Durante la marcha, 1.500 voluntarios se encargarán del servicio de orden y seguridad, de atender a los medios informativos y de la recogida de donativos mediante huchas. La manifestación ha recabado numerosas adhesiones a la marcha y a su manifiesto. En concreto, han recibido 99 adhesiones de asociaciones y organizaciones españolas y 234 extranjeras, de 45 países de los cinco continentes. Por otra parte, se han acreditado 66 medios nacionales y 22 medios internacionales para cubrir informativamente la evolución de la marcha, que seguirán un total de 245 periodistas.


Al filo de las siete de la tarde está previsto que la cabecera llegue a la Puerta de Alcalá, donde se leerán varios testimonios a favor de la vida y se dará lectura al manifiesto de la marcha, que será protagonizado previsiblemente por la periodista Cristina López Schlichting, Acto seguido, habrá una intervención de Benigno Blanco, presidente del Foro de la Familia, que dirá unas palabras en nombre de las organizaciones convocantes.


Con la marcha de este sábado, sus organizadores pretenden que se visualice un clamor masivo contra el reconocimiento del aborto como un derecho de la mujer a través de la 'nueva ley del Aborto'.


Esta iniciativa, sostienen los convocantes, "supondría la desprotección total de las dos víctimas del aborto: el niño no nacido, que carecerá de toda protección jurídica, y la mujer, abocada al aborto sin alternativas posibles".


Arguyen, además, que "cualquier enfoque legal o político que olvide al niño que en virtud del aborto no llega a nacer o que olvide el problema que para algunas embarazadas puede suponer un embarazo imprevisto, dará lugar a situaciones injustas e incompatibles con el equilibrio de derechos y bienes que el humanismo exige en esta cuestión".