Arenas pide al Ejecutivo que "no se deje engañar" por ETA

El vicesecretario de Política Territorial del PP, Javier Arenas, pidió ayer al Gobierno que "no se deje engañar" por ETA, porque "no es viable que Batasuna vaya a unas elecciones democráticas", y afirmó que el Ejecutivo tiene que "oír siempre" a las víctimas del terrorismo.

Arenas, que presidió en Ronda (Málaga) un acto con candidatos de su partido, mostró su preocupación por que "algunos estén aceptando que ETA ya no es lo mismo que Batasuna", y por que se puedan "convertir en abogados defensores de (Arnaldo) Otegi, con la hoja de servicios que tiene". El dirigente popular señaló que, en este asunto, el Ejecutivo debe "tener claro" que "no se puede negociar".

En cuanto a la extradición del etarra Arturo Cubillas, deportado a Venezuela en 1989, Arenas manifestó que el Gobierno tiene que ser "firme, defendiendo la dignidad nacional", y añadió: "No debemos consentir ni un minuto más que Venezuela se ría de la democracia española".

Tras precisar que cuando habla de Venezuela no se refiere al pueblo venezolano, que es "víctima" de su gobernante, el también presidente del PP andaluz señaló que "no se puede confundir diplomacia con debilidad". Aunque admitió que la primera exige diálogo, a juicio de Arenas también debe exigir "ideas claras y firmeza a la hora de defender el interés nacional".

Por otro lado, Javier Arenas acusó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de haber dejado el descubierto con los Presupuestos Generales del Estado (PGE) su "agenda oculta", que el dirigente popular identificó con "más impuestos, menos inversiones y más recortes sociales". Además, consideró que esta "agenda oculta" de Zapatero ha sido la causante de los cuatro millones de parados que hay.

"¿Cuándo dijo el señor Zapatero que iba a subir los impuestos? Nunca", se preguntó y se respondió Arenas, para seguidamente acusar a Zapatero de también haber ocultado su intención de recortar las inversiones o los servicios sociales y la bajada de las pensiones.ç

Frente a esta actitud, Arenas presentó lo que calificó como "la agenda de la alternativa", refiriéndose así a su partido, y que estaría compuesta por "menos impuestos para los que creen empleo, garantía de las pensiones, como cuando hicimos cuando estuvimos gobernando en España, e incremento de las inversiones", dijo.