COMPARECENCIA DE LA MINISTRA DE FOMENTO

Álvarez cree que el cierre de Barajas por la nevada fue una medida "adecuada" e "inevitable"

La ministra de Fomento compareció ante la Cámara Baja para explicar las actuaciones del Gobierno tras el caos provocado por las intensas nevadas el pasado 9 de enero. Magdalena Álvarez defendió que a veces "puede ser inevitable" tener que suspender las operaciones debido a las virulencia de las inclemencias meteorológicas.

La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, consideró que el cierre del Aeropuerto de Madrid-Barajas durante el pasado 9 de enero a causa de la nevada fue una decisión "adecuada" por motivos de seguridad e "inevitable" dadas las condiciones meteorológicas de la jornada.


"Fue una medida adecuada por motivos de seguridad", destacó la ministra durante su comparecencia ante la Cámara Baja, asegurando que el aeródromo se cerró durante el tiempo "mínimo e imprescindible" para asegurar que cuando se abriera se daban todas las condiciones de seguridad necesarias.


Sobre la existencia de protocolos y de medios suficientes en Barajas para manejar la situación, Álvarez defendió que a veces "puede ser inevitable" tener que suspender las operaciones debido a las virulencia de las inclemencias meteorológicas.


Álvarez destacó que las condiciones climatológicas "pueden llevar a cerrar un aeropuerto independientemente del numero de recursos de los que se disponga", porque si hay un descenso acusado de visibilidad "se agudizan los riesgos de la operatividad aeronáutica".


En este sentido, recordó que el aeródromo dispone de cinco máquinas quitanieve y que a primera hora de la mañana se iniciaron los protocolos de invernalidad pertinentes para hacer frente a la nevada. Según recordó, Barajas dispone de su propio procedimiento de actuación ante nieve y hielo desde 2005, cuya última revisión fue realizada en noviembre de 2008.


Álvarez destacó que el aeropuerto París-Charles de Gaulle, que cuenta con cuatro pistas como Barajas y con mayor tráfico de pasajeros, tiene cuatro máquinas quitanieves, una menos que el aeródromo madrileño.


Además, destacó que Barajas no es el único aeropuerto a nivel internacional que ha tenido que cesar su operatividad desde el 1 de enero de 2009 y recordó que un total de nueve aeródromos europeos han cerrado al menos un día desde esta fecha, como por ejemplo el de Milán-Linate, que cesó su actividad durante dos días.


La ministra recordó que en 2008 el aeropuerto de Londres-Gatwick cerró dos días y que los tres aeropuertos de Nueva York (JFK, Newark y La Guardia), tuvieron "serios problemas operativos" el pasado 19 de diciembre de 2008, "también por un temporal de nieve".

45.000 viajeros afectados


"Pese al cierre temporal del aeropuerto de Barajas se logró operar más del 50% de los vuelos programados para dicho día, es decir, un total de 571 vuelos de los 1.123 programados", destacó Álvarez, quien calculó en 45.000 el número de viajeros afectados por el cierre temporal del aeródromo madrileño el pasado 9 de enero.


No obstante y a pesar de considerar adecuado el cierre de Barajas, la ministra se comprometió a "incrementar los medios disponibles" en Barajas así como a "modificar los protocolos en lo relativo a coordinación con terceros".


Sobre la existencia de medios en Barajas, la ministra citó que el aeródromo ha multiplicado sus recursos existentes para afrontar este tipo de inclemencias meteorológicas en un 2,5% desde 2004, incluyendo la existencia de tres máquinas quitanieves más.


Asimismo explicó que, durante el pasado 9 de enero, se destinaron a los trabajos de limpieza y labores preventivas para evitar la acumulación de nieve y la formación de hielo a 26 personas por turno más cuatro coordinadores de las operaciones.


Según las previsiones meteorológicas, el aeródromo inició a las 6.30 de la mañana el protocolo de invernalidad, comenzándose a extender urea por las plataformas y las calles de rodaje. A partir de las 7.00 horas, se incorporaron todos los medios disponibles , incluidas las cinco maquinas quitanieve y las labores de limpieza y de extensión de fundentes.


Ante la persistencia de la nevada, se procedió a reducir la operatividad del aeropuerto para garantizar su seguridad, pero pese a las intensas labores de limpieza, algunos pilotos "notificaron un descenso en el coeficiente de rozamiento, y por tanto, en la capacidad de frenado en pista".


Finalmente, el deterioro de la visibilidad hasta valores entre los 300 y los 400 metros, mucho más allá de lo que señalaban las previsiones (2.000 metros), hizo que la torre de control decidiera suspender las operaciones.


Respecto a la atención a los pasajeros afectados, la ministra destacó que se les prestó la mejor asistencia posible. Según precisó, "se facilitó la información tan pronto como se disponía de ella" a través de las pantallas del propio aeropuerto, la web pública de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), la megafonía y los puntos de información.


Por otro lado, los días 9 y 10 se habilitaron 4 salas en las que se distribuyó comida a los viajeros, además de proporcionar 26.000 comidas y mantas a los pasajeros que lo solicitaron.


Además, se aumentó el número de 'chaquetas verdes' a 162 personas, se amplió el horario de guardería y se coordinó con las compañías aéreas la utilización de la red de Renfe para trasladar a Madrid a pasajeros de los vuelos desviados a causa del cierre.