Marcelino Iglesias estará a partir de ahora varios días a la semana en Madrid, pero su sucesora como candidata socialista a la presidencia de la Comunidad Autónoma, Eva Almunia, aseguró ayer que no pretende suplantarle durante estos meses. "No, el presidente sigue siendo el presidente; el presidente sigue siendo el presidente", reiteró al ser preguntada sobre si iba a ejercer en funciones sus competencias cuando él no estuviese. Eva Almunia confirmó además por primera vez ella misma que volverá a formar parte del ejecutivo autonómico "la semana que viene como consejera de Presidencia".

Según explicó, no llega con más ambición que "ejercer las competencias de ese Departamento", que en gran medida son de coordinación de la acción de gobierno, pero que permiten un alto nivel de representación institucional en actos oficiales y en la presentación de obras y proyectos a todos los niveles, sobre todo en los municipios.

Algo que parece preocupar mucho al vicepresidente y líder del PAR, José Ángel Biel, que mira con recelo el protagonismo y lo que de campaña publicitaria y electoral va a significar la citada representación para Almunia.

No hay más que ver que el nivel de conocimiento de la socialista entre los aragoneses se ha disparado en los últimos meses y se sitúa a poco más de quince puntos de la popular Luisa Fernanda Rudi, a unos veinte del mismísimo Iglesias y a solo cinco de Biel.

Por lo demás, la prácticamente consejera de Presidencia de la DGA, Eva Almunia, consideró su nueva etapa en la Comunidad Autónoma como "un reto muy ilusionante, porque me permite volver a colaborar con Marcelino Iglesias en el día a día y por la transversalidad de un área como presidencia". Además, planteó como objetivo y prioridad mantener lo que ya "llevo muchos años gestionando, las políticas sociales que más afectan a los ciudadanos, y creo que es positivo que esa visión se proyecte desde el Departamento de Presidencia y Relaciones Institucionales".

Además de valorar su futuro inmediato, tuvo palabras para el socio de Gobierno en la Diputación General de Aragón, y siempre en un tono muy conciliador.

De hecho, pese a que cunde cierto malestar en el PAR por los movimientos propiciados en el PSOE y sus efectos en el Ejecutivo de coalición, Almunia dejó claro que desde luego ella no pondrá ninguna piedra en el camino. "He formado parte de los tres ejecutivos de Iglesias y en todos ellos he tenido una relación fluida con el resto de miembros del Gobierno, con todos".

Eva Almunia hizo mención expresa además al líder del PAR y vicepresidente del Ejecutivo aragonés, José Ángel Biel. "También con Biel, por supuesto, he tenido una relación y un trato fluido y de entendimiento, y estoy convencida de que esa buena sintonía se mantendrá en esa buena etapa".

También valoró el nombramiento de Iglesias, como secretario federal de Organización, como "un reconocimiento a cómo se ha hecho el trabajo en el PSOE aragonés", desde 1995.

Almunia hizo estas declaraciones precisamente en el acto de toma de posesión de Leire Pajín como ministra de Sanidad y en presencia de Iglesias. Precisamente Pajín, uno de los apoyos de Almunia e Iglesias, asumió Sanidad a última hora, ya que hasta el martes iba a acceder a Medio Ambiente. Al final, la presión de los andaluces otorgó ese ministerio a Rosa Aguilar, que también tuvo el respaldo aragonés dado que Pajín obtenía su departamento.