PRESIDENCIA DE LA UE

Alemania rechaza la propuesta española de "sanciones" a los socios comunitarios

Zapatero se mostró partidario de multar a los Estados miembros que no cumplan los objetivos de crecimiento.

El ministro alemán de Economía, el liberal Rainer Brüderle, se ha expresado en contra de la propuesta de la Presidencia española de turno de la Unión Europea (UE) de "sancionar" a los países miembros que no cumplan con los objetivos de crecimiento.

 

"La propuesta de sancionar a los países miembros si no cumplen con los objetivos previstos no tiene sentido. La actual estrategia de Lisboa se basa en un enfoque cooperativo sin sanciones, y así debería seguir siendo en adelante", sostuvo el ministro en un comunicado.

 

Brüderle señala que respalda la propuesta del presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, de "coordinar de forma más efectiva" la política económica de los Veintisiete, pero advirtió contra la instauración de una mayor burocracia.

 

La Presidencia española de turno ha propuesto una nueva estrategia económica, que será analizada el próximo 11 de febrero en Bruselas, que contempla "medidas correctoras" en el caso de que los Gobiernos de los Veintisiete no cumplan con los objetivos de la nuevo plan de crecimiento económico de la UE.

 

Brüderle sostuvo que las competencias de la Comisión Europea "deben orientarse" hacia la normativa del Tratado de Lisboa e instó a la UE a fomentar el mercado común europeo.

Estrategia EU20

El pasado viernes, en el arranque oficial de la presidencia de turno, el jefe del Ejecutivo español junto al presidente permanente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, y al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso coincidieron en destacar la necesidad de actuar al unísono dentro de la que ya se conoce como 'Estrategia EU20', que tratará de sustituir a la fracasada de Lisboa del año 2000 y que la experiencia ha demostrado pecó de ser un listado de intenciones sin demasiadas consecuencias concretas para los países díscolos. Un marco quizá demasiado blando y cuya efectividad se ha visto tremendamente mermada al coincidir con la crisis.

 

En ese sentido, el propio Zapatero aboga por una gestión más eficiente del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC). Tanto en su parte disuasoria como en la preventiva. En definitiva, la Presidencia española puede dar un giro notable a los criterios manejados hasta ahora para imponer sanciones a aquellos países que obvien los criterios comunes en materias como el déficit, la deuda o el equilibrio fiscal. Mano dura para enderezar la economía. Algo que ha faltado hasta ahora de manera más que notoria. La propia España ha superado con creces los límites del PEC.

 

La Presidencia española es también partidaria de incentivos para quienes cumplan de manera ordenada con las condiciones y los objetivos que se puedan llegar a consensuar. La idea, y ahí reside en parte de la dificultad para alcanzar consensos, es instaurar medidas "correctivas", como señaló recientemente Rodríguez Zapatero en un encuentro en Madrid con corresponsales de medios europeos en una suerte de adelanto de sus planes.