REACCIONES AL COMUNICADO DE ETA

Alegría contenida y muchos recelos en pueblos del País Vasco

"Yo no me lo creo, a lo mejor es verdad", "De momento habrá que creerlo", "Me ha dado mucha alegría y un poquito de respeto, porque me he preguntado si será verdad". Son frases que expresan el recelo de vecinos de Andoain, un municipio castigado por la violencia etarra.

Andoain y Errenteria son dos localidades vascas donde la violencia y el hostigamiento de ETA ha sido más persistente en el medio siglo de historia de la banda. Quizá eso explique las dudas de algunos de su vecinos sobre la determinación de los terroristas para no dar marcha atrás a su decisión.


"Yo no me lo creo, a lo mejor es verdad", "De momento habrá que creerlo", "Me ha dado mucha alegría y un poquito de respeto, porque me he preguntado si será verdad". Son frases que expresan el recelo de vecinos de Andoain que han preferido no dar sus nombres al ser preguntados acerca del anuncio de ETA de abandonar definitivamente la violencia.


Respondían en la calle, cerca del Ayuntamiento de la localidad guipuzcoana, gobernada ahora por Bildu, y también cerca de la Casa del Pueblo que lleva el nombre de Joseba Pagazaurtundua, el jefe de la Policía Municipal al que ETA asesinó en diciembre de 2003.


En esa sede del PSE/EE, varios hombres jubilados tomaban "txikitos" junto a la barra del bar y manifestaban una satisfacción contenida por esa ventana que ha abierto ETA a un futuro sin terrorismo.


"Ya podían haberlo hecho hace 30 años, pero bienvenidos sean si es de verdad, si es que no nos vuelven a engañar otra vez", comenta Salus.


Laureano escucha y añade: "Más vale un poco de prudencia, que nuestro gozo no caiga en un pozo".


En el otro extremo de la barra, Antonio también sigue la conversación. Dice que Joseba "Pagaza" era su amigo íntimo, "igual que un hijo", y que ha recibido el comunicado de ETA "como hay que recibirlo, con la ilusión de que esto se acabe ya".


No tiene dudas sobre la renuncia de la banda terrorista a la violencia "porque no se da un paso tan fuerte para volver".

"Que ambas partes se conformen"


"¿Pero qué hemos sacado en limpio?", se pregunta sin embargo, convencido de que ahora "hay que arreglar lo que queda y cuanto antes mejor, un arreglo que sea bueno para que ambas partes se conformen".


Pedro también está a la espera del discurrir de "los acontecimientos". Es el encargado de otra Casa del Pueblo, la de Errenteria, reabierta una y otra vez tras haber sido atacada por los encapuchados de la "kale borroka" en casi una treintena de ocasiones.


Desde este jueves, tiene la emoción a flor de piel y debe tomarse unos minutos para poder hablar. "Lo que hemos pasado esperamos que sea verdadero y que no esté condicionado, que cada uno pueda defender sus ideas políticas en la calle".


Conoció el comunicado de ETA al mismo tiempo que el viceconsejero vasco de Seguridad, Miguel Buen, exalcalde de Errenteria, que ayer por la tarde participaba en una charla política en la sede socialista de la localidad guipuzcoana.


Allí tomaba un café a primera hora de la mañana José Antonio Ramos, un encargado de máquinas recreativas, que en tres ocasiones ha visto cómo los cócteles molotov lanzados contra el local dejaban las tragaperras "totalmente carbonizadas, con las monedas deshechas".


Markel Olaizola, socio de la "herriko taberna" Aitzaga de Usurbil, también en Gipuzkoa, hace un análisis diferente. No tiene ninguna duda de la decisión de ETA, que atribuye a "la culminación del trabajo de muchos agentes políticos" y pide la intervención de los mediadores internacionales para dar los siguientes pasos "porque, como en el deporte, la liga empieza ahora y necesitamos árbitros imparciales".


Habla ante el local de la sociedad Aitzaga, que continua cerrado tras su clausura por orden de la Audiencia Nacional en 2006.


"Esto era una sociedad gastronómico-cultural donde había socios con diferentes maneras de pensar y donde no se ha encontrado nada, ni armas ni pistolas. Cada socio tenemos una llave, pero la llave maestra la tiene Garzón. Esperemos que el sinsentido de aquel momento se resuelva ahora", destaca.


Maite, una joven vecina de Usurbil, asegura que el anuncio de ETA le parece "muy bien", aunque duda de que la banda vaya a "dar su brazo a torcer" para pedir perdón a sus víctimas. "Quieren hacer borrón y cuenta nueva", opina.


Y hay quien ve las cosas de manera muy distinta, como una anciana de Andoain, que cree que ETA "no hace nada malo", que quienes matan "son ellos, los guardias civiles".


"Uno de ETA sacó a mi hija de la droga", afirma.