TERRORISMO

42.000 las personas amenazadas por ETA en el País Vasco

Alrededor de 42.000 personas sufren amenazas y coacciones terroristas por su pertenencia a determinados colectivos y a empresas que soportan extorsiones. Es una de las conclusiones del informe sobre Atención Institucional a las Víctimas del terrorismo que por primera vez ha elaborado la institución del Ararteko (Defensor del pueblo vasco) y que su titular, Iñigo Lamarca, entregó al Parlamento de Vitoria.

 

El estudio recuerda que ha habido más de mil víctimas mortales (el 93 por ciento hombres y más de la mitad miembros de las FSE), unas 16.000 heridos y que miles de personas han tenido que exiliarse de Euskadi para evitar la amenaza terrorista.


El documento, que consta de diez capítulos, destaca el avance que supusieron en la protección de victimas la medidas aprobadas en el Parlamento vasco en 2003 sobre para paliar la situación de este colectivo y la Ley de Reconocimiento y Reparación a las Víctimas del Terrorismo de 2008. A partir de ese marco legal el Ararteko recomienda que los ayuntamientos eliminen las pintadas, carteles y calles en favor de miembros de ETA, que concedan medallas y nombren hijo predilecto a las víctimas, y que se les de voz en los homenajes.


Lamarca reveló que sólo el 43 por ciento de los municipios vascos ha actuado hasta la fecha para eliminar de sus calles pintadas o carteles favorables a ETA; un 25 por ciento se negó a responder a esta cuestión, lo que indica que "no han hecho nada", y un 32 por ciento dice que no ha actuado. Los motivos aducidos por los consistorios que no han acometido ninguna limpieza de la simbología pro etarra son que no la hay, el alto coste que suponen estas actuaciones o las amenazas a los operarios encargados de la tarea. Según el Ararteko, estos argumentos no justifican que no se cumpla la ley.


El informe incluye un cuestionario realizado a 762 estudiantes de la ESO de entre 12 y 16 años. Del sondeo se desprende que el 15% de los adolescentes vascos no rechaza o justifica la violencia de ETA y otro 14% se muestra indiferente o no se manifiesta al respecto. La gran mayoría, el 63%, rechazan que las acciones de ETA sean "buenas para Euskadi", pero casi un 12% están muy o bastante de acuerdo con esta idea. Además, el 18 por ciento de escolares son contrarios a cualquier tipo de reconocimiento a las víctimas. En el estudio se califican estos datos de "alarmantes", ya que "con que hubiera un escolar, solamente uno, que no rechazara a ETA debiera preocuparnos".


El informe refleja diferencias importantes entre los alumnos según el modelo lingüístico con el que cursan sus estudios. Más del 80 por ciento de los estudiantes del Modelo A, en castellano, tienen un rechazo alto o muy alto a ETA, pero el porcentaje baja hasta el 62 por ciento entre quienes estudian en el D, en euskera.


El Ararteko apunta que el rechazo a ETA aparece con mucha mayor presencia en las familias de los adolescentes que en la escuela o entre los amigos, por lo que concluye que es ese entorno familiar el "primer agente de socialización anti-ETA en los escolares vascos".