Esta es la diferencia entre voto en blanco y no votar en las elecciones de 2023

Las dudas a la hora de depositar la papeleta en la urna son muchas y algunas acechan, también, a quienes no apuestan por ningún partido. 

Candidatos a las elecciones generales por Zaragoza
Candidatos a las elecciones generales por Zaragoza
K.U.

El 23 de julio los españoles nos enfrentamos a la segunda cita electoral de este 2023. Las elecciones generales en las que tendremos que elegir a los nuevos diputados del Congreso y también a los Senadores en una jornada marcada por las vacaciones de verano y el incremento de las solicitudes de voto por correo. Tras el 23-J llegarán las negociaciones para nombrar al nuevo presidente y todo apunta a que la lucha estará entre dos nombres: Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. La ausencia de muchos ciudadanos de sus domicilios habituales y el alto porcentaje de electores que sienten desafección por la política augura un aumento de la la abstención en. Esto significa que muchos ciudadanos no harán uso de su derecho de voto, es decir que se abstendrán y no irán a votar. 

Pero aquellos que deseen dejar claro que no apuestan por ningún partido tienen otra opción, el voto en blanco que se puede realizar de forma presencial (y también por correo) dejando el sobre vacío y sin introducir ninguna papeleta. La normativa electoral permite el voto por una candidatura retirada o, en las elecciones al Senado, introducir la lista pero sin señalar ningún nombre. 

Cómo se refleja electoralmente la abstención o el voto en blanco

La Ley D'Hont que regula el reparto electoral en España trata de que la relación entre votos y concejales o diputados sea la más proporcional posible y no cuenta de la misma forma los votos en blanco que la abstención. Así que, si la intención del elector es dejar clara su postura dentro del ejercicio democrático del voto debe conocer las diferencias entre abstención, voto en blanco y otra opción: el voto nulo.

Al abstenerse los electores no emiten sufragio y se registran como una baja participación electoral. Esto refleja el descontento de parte de la ciudadanía y si la abstención es elevada puede promover el debate sobre la representatividad de los partidos políticos.

La segunda opción: el voto en blanco se suma el número total de votos positivos del escrutinio, a partir del cual se calculan los porcentajes de representación. Así, un elevado voto en blanco (por ejemplo el 50% de los positivos) significa elevar considerablemente el número de votos necesarios para llegar al 3% del total (el 4'5% de los positivos finalmente en el ejemplo), lo que dificultaría la representación de los partidos minoritarios y beneficiará a los mayoritarios. 

En España existe un Movimiento Ciudadano por el Voto en Blanco Computable que busca que el voto en blanco sea tratado como una candidatura y se le asignen los correspondientes escaños vacíos. Desde 2010 el partido Escaños en Blanco pretende simular esa opción presentándose a las elecciones con el único punto de su programa electoral de no tomar posesión del cargo.

Qué supone el voto nulo

Además, es posible emitir un voto nulo, de forma intencionada o no. En este caso no computará en el recuento y no tendrá consecuencia electoral, aunque sí lo hará a efectos de participación. Los defectos de forma que suponen voto nulo incluyen papeletas con nombres tachados o borrados, con cosas escritas, o con objetos en el sobre junto a la papeleta. También es nulo usar un sobre o papeleta diferente al oficial o introducir dos papeletas de distinto candidato. Si se incluyen en el sobre dos papeletas iguales, el voto será válido y claro, solo contará uno. 

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